16 de diciembre - 2023
Señala que es necesario crear un régimen que controle su expansión; médicos afirman que sí están reglamentados y su crecimiento tiene que ver con las deficiencias de los servicios públicos de salud
Fuente: EL UNIVERSAL
Ante el crecimiento de consultorios médicos en farmacias (CAF) de todo el país, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señaló que es necesario crear un régimen que supervise y controle la expansión de este subsistema privado.
“Dada su prevalencia, es necesario crear un régimen que supervise y controle la expansión de este subsistema privado, particularmente por su rápido crecimiento en el sector, y su amplia accesibilidad geográfica y burocrática, pues tampoco requieren de afiliación médica”, considera el consejo.
En el reporte Estudio sobre el derecho a la salud 2023: un análisis cualitativo agrega que aun cuando los CAF acercan los servicios de salud a la población por su amplia presencia y disponibilidad de infraestructura para la atención de primer nivel, implican un gasto para las personas y no hay certeza de su calidad.
Destaca que en años recientes, los consultorios adyacentes a farmacias (CAF) experimentaron un auge en el rubro de los servicios de primer contacto para la población mexicana, incluidas las personas con acceso a los servicios de seguridad social.
Señala que en 2021 esos consultorios dieron servicio a 11% de derechohabientes del IMSS; 11% del ISSSTE; 11% de otros servicios de salud públicos; 29% de personas con seguro médico privado y 24% de personas sin derechohabiencia a instituciones de seguridad social.
Expone que ante el desconocimiento sobre el derecho a la salud, la población sin seguridad social ha incrementado su asistencia a los CAF, utilizando parte del ingreso del hogar para la atención médica.
Precisa que las farmacias que operan con un consultorio médico crecieron 35% en 2021 respecto a 2016, al pasar de 5 mil 324 a 7 mil 189. En 2021, alrededor de 11.5% de las farmacias en México contó con un consultorio médico adyacente.
“Existen casos en los que las personas usuarias han sido rechazadas de las unidades médicas por la alta demanda de atención, por lo que tienen que recurrir a los servicios privados”, cita el documento.
Sostiene que estos obstáculos incentivan la preferencia de las personas usuarias por los servicios de salud que ofrecen los CAF.
“Las personas que acuden a estos establecimientos pueden obtener atención básica más rápida, con tiempos de espera de 15 minutos, sin necesidad de hacer cita y con un trato amable por parte del personal médico”, afirma.
Menciona que “si bien los CAF surgen como una alternativa para acercar los servicios de primer nivel a la población en ciertas regiones, habría que enfatizar que el impacto en la economía del hogar se incrementa si consideramos que operan bajo una lógica de mercado.
“Lo anterior implica la existencia de incentivos para recetar medicamentos, aun cuando las personas que son atendidas podrían no requerirlos, debido a que quien los suscribe y vende pertenece al mismo grupo de negocio”.
En 2023 se estima que existen unos 18 mil consultorios adyacentes a farmacias en todo el país, que brindan atención a más de 10 millones de personas mensualmente, de acuerdo con la Asociación Nacional de Farmacias de México.
Crecimiento por deficiencias del sector
Médico de profesión y actual diputado federal por el Partido Acción Nacional, Éctor Jaime Ramìrez Barba, asegura que la expansión de esos consultorios tiene que ver con las deficiencias que enfrentan los servicios públicos de salud.
“Efectivamente, hay un mayor número de consultorios, pero ¿será realmente porque la gente no conoce cuál es el derecho a la protección de la salud?, ¿será por eso que 20 millones de mexicanos que antes no tenían acceso a los servicios de salud hayan pasado a 50 millones, por falta de ese conocimiento o fue por la falta de ese servicio?”, se pregunta.
El legislador guanajuatense argumenta que el crecimiento de esos consultorios son la respuesta a un gobierno y a un servicio público inexistente para fines prácticos.
“Nos estamos encontrando con una gran proliferación del servicio privado ante la franca ausencia del sector público.
“Es decir, en plena pandemia lo que hizo este gobierno fue precisamente privatizar el sector de la salud al no otorgar el servicio y ante la falta de medicamentos”, menciona.
El médico se refiere a la recomendación que hace el Coneval en torno a regular a las CAF, y comenta que los consultorios adyacentes a farmacias ya están regulados por la ley.
“Para que alguien tenga un consultorio así tiene que cumplir con los requisitos que marca el Reglamento de Servicios de Atención Médica; debe tener ciertas medidas; quien presta el servicio debe ser un profesional de la salud, además de que el establecimiento debe contar con ciertas características de medidas, de higiene y se cumplen. Entonces, ¿para qué regular?”, agrega.
Xavier Tello, médico cirujano, analista en políticas de salud y autor del libro La tragedia del desabasto, expone que “todo mundo se ha escandalizado por la proliferación de estos consultorios y piden regularlos, pero hay una realidad que no pueden modificar: la mayoría de los CAF tienen un aviso de funcionamiento de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, por lo que son consultorios completamente legales”.
Expone además que todos los médicos que trabajan en esos negocios tienen una cédula profesional, por lo que “son tan médicos como cualquier otro”.
Dice que los derechohabientes, en su mayoría, están desertando para irse a la medicina privada, “no es que desconozcan que tienen acceso a una institución de salud pública, sino que estos consultorios están respondiendo a una necesidad y a una conveniencia de los pacientes, porque el sistema de salud público que tenemos ya es anacrónico y arcaico”.
Acorde con Tello, los CAF seguirán proliferando en el país; señala que en Estados Unidos este tipo de locales representan el primer proveedor de salud de primer contacto.
“Los consultorios están porque la gente los necesita. El que tú tengas que ir a una clínica ya no funciona en la tercera década del siglo XXI. El modelo ideal es el de Dinamarca o el de Francia, donde tú vas al médico que se te da la gana y ese doctor le cobra tu consulta al gobierno. No te obligan a ir a una clínica y lo mismo sucede con los medicamentos, que se pueden adquirir en cualquier farmacia”, refiere.