PERO QUÉ NECESIDAD
17 de noviembre - 2023

Por Edgardo Cabrera

Así como la Triste Historia perdió autoridad al hablar de la equidad de género y contra la violencia a las mujeres tras la represión y poner como segundo al mano a un agresor, algunas asambleístas se encuentran en la misma o peor situación, es el caso de quien preside la comisión legislativa de Igualdad de Género y Contra la Trata de Personas, que ahora que busca un nuevo escaño en el ámbito federal asoma la cabeza.

A sabiendas de que fue una de las 24 personas que votaron a favor de cambiar la Constitución Política del estado para facilitar la llegada a la Secretaría de Gobierno de quien fue juzgado por deudor alimentario de su menor hijo y violencia de género, la diputada convocó a un foro para “dialogar sobre la Ley 3 de 3” y que “ningún agresor llegue al poder”, vaya descaro. 

Resulta que el hecho indignó a las activistas Yeny Charrez y Eréndira Jiménez quienes irrumpieron en el Patio Vitral y exhibieron la incongruencia, su sorpresa fue mayor, porque la reunión se organizó a la hora en que empieza a ocultarse el sol, no hubo invitaciones, el recinto lucía semi vacío -así lo planearon-, y la ponente fue la también activista Yndira Sandoval, quien se vio sorprendida por la singular protesta. 

Evidenciados y transmitidos en vivo en la cuenta de Facebook de Yeny, fue la propia feminista invitada e impulsora de la 3 de 3 contra la violencia hacia las mujeres en el país que tomó la palabra y les dio la razón a las activistas tlaxcaltecas.

La hipocresía no es nueva, en más de dos años la legisladora local Ruiz tampoco se ha pronunciado por las agresiones a las mujeres por parte del estado durante las manifestaciones del 8 de Marzo, la muerte de una normalista en las protestas de la Rural de Panotla el año pasado, las seis decenas de feminicidios que contabilizan organizaciones y menos ante el ocultamiento del delito de trata por parte del gobierno al que le sirve desde la 4T.

MEZQUINOS 

En Zacatelco están por perder la oportunidad de tener un hospital de 180 camas y más de 52 especialidades médicas, la mezquindad del “cachorro” que mal gobierna ese municipio y la politiquería barata de sus pocos seguidores ha llevado al traste el proyecto que ya palomeó el IMSS.

El problema radica en que no hay voluntad de los padres de familia de la primaria Ignacio Zaragoza para donar un predio en su poder, y no hay por qué culparlos, en dos años el ayuntamiento ha preferido las obras de relumbrón, esas que al cabo de los meses están destrozadas por la mala calidad de los materiales pero que dejan jugosos moches.

Para el caso del nosocomio planteado, el “cachorro”, que más bien parece una fiera en decadencia, no ve ninguna ganancia en sus bolsillos, y la perversidad ha contaminado a los padres de familia que no ven la importancia de tener un hospital. 

Ante la terquedad de no ceder el predio al IMSS, esta semana el propio delegado Julio Gutiérrez fue llevado por la diputada local y líder del sindicato de Salud, Blanca Águila Lima para exponer a los involucrados el proyecto que, ante la mezquindad, podría reducirse de 180 camas a 90, y en el peor de los casos, ni mejoramiento de su arcaica clínica tendrán. Ya olvidaron los tiempos de pandemia por Covid-19 cuando no había infraestructura que alcanzara para atender la demanda.