Por Edgardo Cabrera

Las activistas no se cansan de decirlo, tampoco agrupaciones formadas ante la desesperante impunidad, como la Red Estatal de Víctimas. Ahora, además, el informe de resultados de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres lo confirma al reprobar al gobierno estatal, el hecho es que en Tlaxcala se ocultan cifras y se maquillan datos para presumir un falso paraíso de justicia y seguridad.

Resulta que la organización Causa en Común reveló que la entidad es la que presentó el mayor número de incremento de feminicidios a nivel nacional, entre enero y agosto se reportaron 200 por ciento más en comparación con el mismo lapso del año pasado, pero no solo eso, consideran al gobierno de la Triste Historia como tramposo al detectar “anomalías en los registros de delitos”.

El denominado “análisis de los registros de incidencia delictiva y posibles manipulaciones” es lapidario para Tlaxcala, ya que advierte subregistros de feminicidios por medio de reclasificarlos como homicidios dolosos, culposos o suicidios, algo que han denunciado una y otra vez las colectivas. 

El caso más emblemático es el de la empresaria apizaquense cuya pareja era un ex funcionario estatal del área de seguridad, y de lo cual, como en ningún otro caso, la PGJE se apresuró a descartar feminicidio y lo reclasificó como suicidio, algo que la justicia federal les corrigió la plana y ordenó reabrir la investigación.

Pero no solo es el asesinato extremadamente violento contra mujeres, que por cierto incluye 8 casos de calcinamiento, la mayoría mujeres, y que se encuentra dentro de otro informe de la misma organización denominado “Galería del horror, enero-septiembre 2023”, también se considera la Trata de Personas, como otra posible manipulación de cifras por parte de la actual administración.

ANÓMALOS

Resulta que son seis entidades que de forma altamente dudosa no reportaron víctimas de este delito, es decir, de la noche a la mañana borraron de un plumazo todo registro, contradictoriamente las organizaciones internacionales y corporaciones de seguridad e inteligencia nacional e internacional siguen documentando la existencia de redes, incluso han ingresado a territorio estatal este año, para detener algunos miembros de esos grupos organizados.

Incluso, en octubre pasado, un alumno fue denunciado y detenido por obligar a una de sus compañeras de clases a prostituirse. Junto con Tlaxcala aparecen Baja California Sur, Guanajuato, Morelos y Jalisco, que parecen creer que nos chupamos el dedo.

Ahí no acaba la manipulación, en cuanto al secuestro un hecho público, notorio y mediático evidenció el engaño, resulta que no reportaron a las autoridades federales el caso de 53 migrantes rescatados en Apizaco en julio pasado, como tampoco otros 13 en una casa de seguridad en mayo pasado, también en ese mismo municipio.

Por lo anterior, Causa en Común duda de la supuesta reducción del delito de secuestro en 67 por ciento, como lo reportaron. La duda es grande.