Por Edgardo Cabrera

A 2 años con 2 meses, la Triste Historia y su brillante secretario de Gobierno lograron la penosa cifra de 200 manifestaciones y protestas, es la herencia maldita que dejará Sergio cuando entregue el puesto y deje de utilizarlo para promover sus ambiciones políticas.

La mandamás se lo buscó, decidió mantener a un personaje que desde el día 1 se destacó por no resolver el malestar social, olvidarse de la política interna y olvidarse de la palabra como método para alcanzar acuerdos, como lo establecen las teorías políticas. 

La primera protesta de este gobierno fue la de Xicohtzinco, cuyo conflicto poselectoral nunca se resolvió, ni se resolverá, restan 10 meses para el cambio de estafeta en la presidencia municipal y eso solo avivará el conflicto.

De aquel lugar, no olvidemos, el desinterés de Sergio y su chambonería para acudir al lugar de los hechos, cuantas veces fueran necesarias, para hablar con todas las partes y generar una solución, no lo hizo y ello derivó en muertos, la alcaldía tomada, el cierre por meses de la carretera federal a Puebla, anomalías financieras, inseguridad y un largo etcétera. Xicohtzinco es la catedral de la ingobernabilidad del suspirante a gobernador, sí, su ambición va más allá de la Cámara Alta.

Ese es un problema no atendido a tiempo y contribuyó a las 200 manifestaciones que este lunes acumuló la Triste Historia que gobierna, resulta que, a la Unidad de Servicios Educativos, donde despacha otro inútil y soberbio funcionario, les estalló un conflicto más, ahora porque empleadas de la Contraloría Interna acusaron a su jefe de acosador sexual y laboral.

El señalado, dijeron, es afín, como debía ser, del secretario que gusta de sus payasadas en TikTok, pero también de lucir su ignorancia al escribir, equivocar las imágenes de los personajes ilustres de este país y mantenerse repitiendo como loro las frases de López Obrador, aunque a diferencia del presidente, aquí es patética su dicción.    

De cara a las elecciones del próximo año, no hay que olvidar la herencia maldita de Sergio, algo que ningún gobierno acumuló en tan poco tiempo y que ha puesto en la ruta de la peor administración que ha tenido Tlaxcala, y en la lista hay varias.

OTRO QUE ESTORBA

Mucho ayuda el que no estorba, y eso, lo de complicar lo que ya es un desastre, ocurrió con una delegación de empleados de la delegación del Bienestar en Tlaxcala que acudieron a Acapulco para realizar el levantamiento del censo a los damnificados, pero su falta de perecía y responsabilidad derivó en que se convirtieran en otros más que debieron ayudar tras accidentarse en la carretera.

De acuerdo con los reportes de Guerrero, la camioneta en la que viajan volcó aparatosamente en Chilpancingo, al parecer por el exceso de velocidad y la falta de precaución, por lo que dos de sus tripulantes resultaron lesionados y debieron trasladarlos a un hospital, por cierto, donde los servicios médicos están colapsados por la tragedia.

En la comitiva viajaba uno de los altos funcionarios estatales de la delegación federal, el ex diputado Baldemar Cortés, en tanto que su jefe, Carlos Luna pretendió ocultar el hecho al no informar nada.