Por Mauricio Hernández Olaiz

Recientemente Fernando Martínez Belmar ganó el concurso más importante del mundo en Fotografía de Naturaleza: el Wildlife Photographer of the Year, del Museo de Historia Natural de Londres en la categoría de “Photojournalism”.

La imagen tomada en Paamul, Quintana Roo, lleva el título de “The Tourism Bulldozer”, que muestra la zona devastada por la construcción del Tren Maya, una de las obras faraónicas del presidente.

La enorme devastación mostrada con una sola imagen es también el fino reflejo de una administración capaz de acabar con todo y todos con tal de que uno de sus caprichos vea la luz.

Todos sabemos la cantidad estratosférica que costará este “proyecto” salido de la mente del que inventó a la 4t , nada más 500 mil millones de pesos, y qué, según especialistas, no será necesariamente un catalizador formidable del turismo en la zona, ya de por sí una de las más visitadas en el país, precisamente para apreciar lo que hoy ya se destruyó. AMLO aseguró que esta obra ni derribaría un solo árbol (basta ver la foto de Martínez Belmar para constatar la falsedad de la declaración) y que no costaría más de 150 mil millones.

Toda proporción guardada, en recursos gastados y destrucción, algo similar pasó en Tlaxcala recientemente con el tan cacareado y al final vilipendiado Voleibol Playero.

Y es que igualmente el gobierno del estado gastó una millonada para adecuar plazas de toros, museos, calles y el centro histórico para brindar las condiciones para el evento, so pretexto de que hordas de turistas nacionales y extranjeros llegarían a Tlaxcala para dejar una cuantiosa cantidad de dinero, una millonada que sería hasta incalculable.

Igual existen bellas imágenes del torneo, pero este no refleja el trasfondo y la pérdida monumental. Lo deportivo, en su esencia, no está en cuestionamiento, sino todo lo que hay detrás.

El Secretario de infraestructura del gobierno del estado aseguro que se gastaron 25.5 millones para adecuar las plazas de toros, luego el delgado del INAH, reconoció que las plazas de toros sufrieron afectaciones por las adecuaciones voleiboleras pero que había dinero para repararlas, más gasto y ¿todo para qué?, ¿todo para qué? Si al final fue un rotundo fracaso, en audiencia, ingresos y difusión del estado en el mundo.

Nadie en el planeta o en el país peló el evento, solo ganaron dinero los cuates y el resto si apenas migajas, y no lo digo yo, así lo declaró el propio presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO SERVyTUR) en Tlaxcala.

Bajo el pretexto del turismo los gobiernos morenistas llevan a cabo sus caprichos, utilizando recursos millonarios. ¿Sabe cuánto tiempo se requerirá para recuperar el millonario gasto del tren maya? 200 años….200 años, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), así como de especialistas empresarios en la rama turística, pero afirman que serían 200 años solo si desde que se inaugure el primer viaje del tren maya y hasta 200 años después siempre vaya lleno y su gasto de mantenimiento esté por debajo del  15% de ingreso bruto.

Más bien échele 300 años….Y el pretexto de la obra es para sacar de la pobreza a la zona, mira nada más, mejor les hubieran repartido los 500 mil millones de pesos y wuala, se acabó su pobreza en 5 minutos, no en 200 años. Total ni usted, ni yo, lo veremos.

Lo que si vimos fue el fracasatotote del Voli, insisto no en lo deportivo, sino en todo lo demás, le tendimos la cama a la federación y a la más corrupta del gabinete, según encuestas de la percepción ciudadana.

Capricho de la mandamás, o capricho del presidente, el pretexto fue el mismo y el resultado igual.

¿Usted me puede decir, con toda sinceridad, sin usar el Google, cuál fue la sede anterior del mundial de voleibol? ¿Y la anterior?…Exacto…En dos años nadie en el mundo se acordará que Tlaxcala fue sede en el 2023 y menos cuando en el 2026 México será sede del mundial, pero de fútbol.

La mandamás se va en el 2027, si logra traer a Tlaxcala un juego, solo un juego al Tlahuicole de esa copa del mundo, entonces si podrá presumir que el estado se llenara de turistas nacionales y extranjeros y la identidad con toda seguridad recibiría una cantidad incontable de billetes verdes…Pero eso, sabemos, jamás sucederá.

Lo demás fueron puros caprichos.

@olaizmau

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