Lo confrontan, se disculpa y dice “nunca pensé que estuviera cargada”

Por José Luis Ahuactzin

Se trata del policía municipal Ricardo N. quien fue enfrentado por los dueños de una vivienda que resultó con daños en su ventana derivado de que dicho uniformado disparó su arma de cargo, y dijo que `estaba jugando con el arma y nunca pensé que estuviera cargada, una disculpa…´.

Al filo de las 22 horas del pasado miércoles, cuando los dueños de la vivienda afectada se disponían a dormir, su menor hijo que duerme en la recámara con vista a la presidencia de comunidad, de manera sorpresiva escuchó un estruendo y corrió con sus padres para avisar.

Una vez que su padre revisó la ventana, observó como un policía municipal corrió, subió a la patrulla y se dio a la fuga; acto seguido acudió a la comandancia para conocer el nombre del elemento policíaco, y su compañera negó que estuvieran otros elementos ya que ella estaba sola, pero tras la advertencia que llamaría con las campanas a la población, decidió llamar al encargado de la corporación, de quien desconocen el nombre.

Al arribar por los hechos ocurridos, llamó al elemento de guardia y tras presentarse con los dueños de la vivienda, admitió que había disparado hacia el muro de la vivienda, pero por estar jugando con el arma no se había percatado que estaba cargada y se comprometió a pagar el cristal de la ventana.

Derivado de ello, también arribaron elementos de la  Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y solo tomaron datos de los hechos y pidieron que presentarán la denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y al llegar ante el Ministerio Público (MP), les dijeron que ahí no se presentaba esa denuncia sino que sería en la Fiscalía que investigue delitos contra servidores públicos, y ellos trabajan de 9 de la mañana a 6 de la tarde.

No obstante a que no ocurrió una desgracia por el disparo que realizó el elemento de seguridad pública municipal, los afectados informaron que procederán legalmente contra los uniformados, pues no es la única ocasión en que realizan dichos actos irresponsables.