Por Edgardo Cabrera

Finalmente, la Triste Historia que gobierna aclaró y presentó “en sociedad” a las placas vehiculares que sustituirán a las actuales láminas que identifican a las unidades motoras que transitan en el estado.

No hay mayor sorpresa, como era de esperarse, son color Morena, tal y como lo hicieron los anteriores gobiernos, cuando gobernó el PRD eran amarillas, con el PAN azules y con el PRI rojas, entonces, como son iguales y provienen de la misma oligarquía y se forjaron en el mismo partido, repitieron la dosis.

Pero lo que más llama la atención es que a diferencia de los priístas, que también recurrieron al cambio de placas con el pretexto del cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana 001-SCT-2-2016 que obliga a las entidades a la renovación del laminado cada tres años, Lorena Cuéllar sí cobrará: 226 pesos.

Los canjes anteriores fueron gratuitos, porque el que la norma obligue al estado, no implica que los automovilistas deban pagarlo, para ello desde el alta, de una unidad se cumplió con el derecho correspondiente y cada año se atiende un refrendo de las mismas, ¿por qué pagar por algo que es obligación del gobierno?, claro, por negocio y ante ello se abre la puerta al amparo.

Con este negocio, la Triste Historia pretende embolsarse 101.6 millones de pesos, considerando más de 400 mil láminas de transporte privado, público, motocicletas y remolques, ignorando la crisis económica y teniendo a Tlaxcala como el estado con mayor inflación atribuido principalmente al desproporcionado y tramposo incremento al precio del pasaje que también autorizó Lorena. 

CARTA COMPROMISO

Vaya exhibida nacional que de nueva cuenta tuvo Tlaxcala, ahora por cortesía de Homero Meneses, a quien le pagan por despachar como secretario de Educación Pública, y quien en sus ratos libres actúa como funcionario, el resto del tiempo lo emplea sorteando los principios del No Mentir, No Robar y No Traicionar.

A pregunta expresa, más que preocupado y ocupado por la situación, el burócrata minimizó la agresión a un estudiante del CETIS 132de Chiautempan, al reducir todo a un mero pleito entre alumnos que se resolvió con una “carta compromiso” para no repetir las conductas violentas.

Pero no solo eso, la desfachatez es tal que, en esa entrevista difundida en uno de los espacios informativos de Imagen Televisión,Homero asegura que la víctima de la agresión presenta un estado de salud “bueno”, que no “presenta lesiones”, pero que sus agresores se comprometieron también a que “si en un futuro” aparecen secuelas ellos “pagarían los gastos”.

¡Vaya!, como si se trátase de un auto viejo o cualquier otra cosa que se descompone o chocan, el secretario convalidó un acuerdo entre particulares, asumiendo, además, que todo se trató de un simple pleito entre alumnos del sexto semestre. Ojalá y no, pero si la víctima presentará un daño severo ya parece que van a cumplir el mentado acuerdo, ahí está el caso la estudiante de secundaria que recibió una golpiza en Teotihuacán y falleció días después.

Ahí no acaba el asunto, supondríamos que existió un estudio médico profundo para no estar a expensas de las suposiciones de Homero, pero, además, el caso debió parar ante las autoridades judiciales por las lesiones causadas, así lo establece la ley, no las ocurrencias del cuerpo directivo.

No se trata que un nuevo intento por vernos la cara, hay que precisar que esa institución, el CETIS 132, presenta problemas en cuanto a su cuerpo directivo, del cual se exigió su remoción y fueron desconocidos, algo que aún no ha resuelto la Secretaría de Educación, también en la escuela, la versión es distinta a la del funcionario, ya que se aseguró a la comunidad que los alumnos implicados fueron dados de baja, si fue así, ¿entonces cómo harán valer los supuestos acuerdos?