¿QUÉ SIGUE?
15 de febrero - 2023

Por Edgardo Cabrera 

Con la de Homero Meneses concluyeron las comparecencias de funcionarios como parte de la glosa del primer informe de Gobierno de Cuéllar, pero ahora ¿qué sigue?, ¡ya fue todo!

Aunque al principio hubo resistencias de los afines, al final hasta ellos y las plumas ladinas aprovecharon para atraer reflectores, sin importar las obviedades de sus preguntas y análisis, o hasta para “brillar” por sus balbuseos, como Caballero Román, que se lució con aquello de “ya preguntále a qué hora sale por el pan”, al defender al secretario de Infraestructura y tratar de legitimarse como lorenista dado que desde el inicio de la legislatura fue relegado.

Lo dicho por los ocho funcionarios no es menor, en la comparecencia de la procuradora salió a relucir que carece de examenes de control y confianza, pero también, que falsearon en los datos relacionados con la trata entregados en el informe. Ante diputados dio otras cifras.

El de Fomento Agropecuario está confeso ante los diputados por desvío de fondos públicos por el seguro catastrófico no contratado en el 2022, no solo eso, también se evidenció la falsedad de los 306 jagüeyes que supuestamente construyeron, únicamente fueron cuatro, el resto fueron rehabilitados, pero además, no sirvirieron porque admitió que “no todos captaron agua”.

Tanto el de Infraestructura como el de Salud nos dejaron en claro otra mentira más, resulta que no es cierto la construcción de cuatro nuevos hospitales durante el corto gobierno de Cuéllar, solamente hay dos clínicas nuevas, y el único nosocomio, el Anselmo Cervantes, solo fue inaugurado por la Triste Historia pero construído con Marco Mena; a más de un año no lo pueden operar al cien por ciento, eso también quedó claro.

La de turismo, quizá la más cuestionada, con justa razón, pero también porque no es del grupo afin al que cobra como secretario de Gobierno quien operó con los suyos para meterle el pie también, pero más allá de su canibalismo interno, tampoco ayudó mucho cuando confesó beneficiar a su parentela con contratos y promoción “porque está orgullosa de su familia y no se puede quitar el apellido”, también nos regaló otra joya más cuando advirtió al pueblo que le paga y al que sirve, que antes que funcionaria es “empresaria y ganadera”.

Al de educación le cumplieron su capricho. Primero por no acudir el día del puente vacacional, el 6 de febrero, y luego porque no le leyeron las preguntas de los diputados Blanca Águila y Juan Manuel Cambrón, quienes no acudieron a esa comparecencia. El ejercicio fue solo de preguntas a modo y dejaron de lado los verdaderos cuestionamientos como el de las muertes por su negligencia, una de una normalista y otro de un trabajador, las recurrentes manifestaciones, el despilfarro del recurso, en fin. 

Pero el que indudablemente se llevó la corona fue el de seguridad, no solo les mintió a los diputados al negar amparos de su esposa ligada a García Luna, sino al pintar una realidad que no existe, al mismo tiempo que fantaseaba con la inexistencia de delincuencia organizada, un cuerpo calcinado aparecía en Tenancingo, también anticipó represión a las mujeres en sus protestas del 8 de marzo y hasta evidenció que quienes lo antecedieron en el cargo, CUATRO, en el corto gobierno de Cuéllar, le dejaron una secretaría en pedazos.

Dos de sus antecesores, aún cobran en el gobierno estatal, ¿qué dira Cuéllar?, porque ante la verborrea de Celaya, tendría que correr a Maximino y a Ballesteros, por decir lo menos.

Lo que pasó en el Congreso, cierto, como ellos mismos lo admitieron, es histórico, ya veremos si el próximo año lo repiten. Si no hay consecuencias, el ejercicio solo habrá sido el tribunal de la impunidad y solapamiento que pasará a la Triste Historia.