Y TODAVÍA QUIEREN APLAUSOS
17 de enero - 2023

Por Edgardo Cabrera

Tuvieron que pasar dos meses y medio para que finalmente Cuéllar nombrara a su secretario de Seguridad Ciudadana y ¿qué creen?, sin ninguna sorpresa, por el contrario, de nuevo el tiempo nos dio la razón y evidenció, por enésima ocasión, los embustes de la Triste Historia.

El designado es el mexiquense Ramón Celaya Gamboa, ex vice fiscal de Guerrero, sobre quien se cuestionó su renuncia al cargo, casi en las mismas fechas de octubre cuando aquí en Tlaxcala despidieron a Raúl Ruiz, a quien utilizaron como chivo expiatorio tras el enfrentamiento entre normalistas rurales de Panotla y granaderos que dejó como saldo una alumna muerta. 

El 27 de octubre que corrieron al militar en retiro trascendió la llegada del ex funcionario guerrerense, la mandamás lo negó, sobre todo porque, como reguero de pólvora, circuló que sobre Celaya cayó la guillotina de la gobernadora Evelyn Salgado al no esclarecer el homicidio de 22 personas en Totolalpan, entre, ellos el alcalde, su papá y otros funcionarios del ayuntamiento.

Lo dijimos, y pasó, frenaron la decisión para que pasara la tormenta, y es ahí donde comenzaron las chapuzas… primero, que había más propuestas, ¡mentira!, desde el inicio siempre fue uno. Luego que estaban preparando el mega plan estratégico, ¡mentira!, la realidad es que es pan con lo mismo, pero refriteado. Y finalmente, en todos estos meses lo único CIERTO es que se les acumularon los muertos y la ola delictiva siguió operando a sus anchas.

Y este lunes ¿qué esperaban?, ¡aplausos!, seguro que sí, por ello volvieron a montar todo ese tinglado que tanto les encanta, para presentar en sociedad a quien ya sabíamos que llegaría desde octubre, pero como le echaron a perder la sorpresa debieron posponer el teatro que incluyó, además de la dueña del circo, al impresentable secretario de Gobierno que sigue sin poder resolver el caso de Xicohtzinco, por recordar el más añejo de sus pendientes, o la inseguridad frente a su casa donde robaron un cajero bancario, o el atentado contra otro pero del banco gubernamental del Bienestar, por citar los más recientes.

PRUEBA Y PUROS ERRORES

En eso de la prueba y el error, aunque en este caso son muchas pruebas y puros errores, por la Secretaría de Seguridad Ciudadana ya transitaron un cuestionado ex policía federal, hoy prófugo de la justicia; luego un burócrata chaquetero, al que le creció la delincuencia; le siguió un ex oficial militar, despedido como chivo expiatorio; a continuación, un policía estatal ex presidiario y con gusto por la brutalidad; y ahora llega un abogado penalista más perfilado en la procuración de justicia y cuestionado por su último encargo.

Es claro que el gobierno de Cuéllar no tiene remota idea de cómo enfrentar y parar a la delincuencia, los primeros resultados favorables que presumieron fueron como consecuencia de lo que le dejaron en el pasado (como la compra de patrullas que luego presumieron como gestión e inversión de ellos, falso también), y lo más preocupante, carecen de estrategia.

Y que quede claro, la estrategia es responsabilidad de quien llegó al cargo como las “más votada en la historia”, lo que cada día nos resulta más dudoso, ante los embustes que vivimos.

Si lo plasmado en el Plan Estatal de Desarrollo, y en la plataforma de gobierno registrada en su momento se cumpliera con base en un método, tendríamos a un secretario ensanchado a casi año y medio de la actual administración. Es claro quién se equivocó desde el principio y no asume el error.