Por Edgardo Cabrera

El grupo que apoyó la reelección de Marko Cortés como dirigente nacional del PAN se quebró, no hay consenso para impulsar a una dirigente común, y eso podría terminar por beneficiar al bloque que encabeza Adriana Dávila.

Basta revisar la conformación de la Comisión Estatal Organizadora para la Elección donde el diputado local y dirigente saliente, Pepe Temoltzin trae dos alfiles entre los cinco que la integran, hablamos del presidente Alejandro Ortiz López, así como Gabriel Benítez.

La senadora Minerva Hernández habría impulsado una posición con Angélica Quechol; Adriana Dávila trae una ficha, se trata de Manuel Hernández; y finalmente el ex alcalde apizaquense Julio Hernández, tiene a Juana Lisbeth Rodríguez.

Ahora bien, cada uno de los liderazgos tiene sus propias aspirantes a la dirigencia, de ahí la relevancia del papel que jugará el “árbitro” en su proceso interno.

Temoltzin jugaría con la diputada federal Lilia Olvera Coronel; Adriana Dávila impulsa a Leti Varela; Minerva Hernández va en la ruta de la competencia por ser la segunda dirigente mujer que ha tenido en su historia Acción Nacional; mientras que Julio Hernández trae un bloque con la mayoría de los alcaldes azules para impulsar a la esposa del de Apetatitlán, Ángelo Gutiérrez, hablamos de Miriam Martínez. 

Si bien los alcaldes cedieron a Julio Hernández la cartera de la secretaría general para registrar en la planilla al ex director de la Capama Carlos Quiroz con Miriam Martínez, ya suenan voces para romper ese acuerdo, en una suerte de negociar con Pepe Temoltzin, Adriana Dávila o Minerva Hernández, con lo que otra vez el eterno alfil de Julio podría jugar el mismo papel de siempre: el de sacrificable.

Pero de no haber acuerdos, en una de esas, los otros tres liderazgos pueden sentarse a negociar para sacar a una candidata común, quebrando a los alcaldes. Tienen hasta el 9 de noviembre para registrar sus aspiraciones y a más tardar el 19 de diciembre para llegar a un acuerdo entre todos para evitar una elección interna, de lo contrario, el canibalismo terminará por sumergir al partido en una crisis peor a la que actualmente viven.

REGISTRO 

En eso de las renovaciones, después de cuatro años de estar cerrado, en Morena desde septiembre inició el proceso de afiliación, reafiliación y credencialización de simpatizantes, pero el método empleado, que es vía la página de internet del partido, frustró el intento de las gobernadoras y gobernadores por “colgarse” la medallita vía el clientelismo.

Para el caso local, la imposición de un delegado en funciones de presidente traía esa encomienda desde la Secretaría de Gobiernopretenden engrosar las filas de militantes manipulando y entorpeciendo el proceso que realizan grupos antagónicos al lorenismo.

Soñaban con, desde la dirigencia del hooligan García Lozano, boicotear los trabajos de registro que traen algunos grupos como el de la senadora Ana Lilia Rivera o la diputada federal, Dulce Silva.

Pero la fiestecita se les aguó por la determinación nacional de evitar los intermediarios, todos, desde los liderazgos, hasta los simples mortales, podrán entrar a la siguiente página https://afiliacion.morena.app  y hacer el proceso.

Según lo informado por los morenistas, la meta nacional es contar para el año 2022 un registro ante el INE de 3.1 millones de militantes, y la única forma de lograrlo será así como lo propusieron, abriendo a todos el proceso y con ello debilitando a quienes quieran asumirse la paternidad de los números.