AMARILLO
26 de julio - 2021

Por Edgardo Cabrera

Con la confirmación de la llegada de la variante Delta del coronavirus Sars-CoV-2 a Tlaxcala, y un promedio de tres defunciones diarias, este lunes Tlaxcala abandona el semáforo verde del que gozamos desde mayo, y retrocedemos al amarillo.

En los hechos, como ya ocurre en todo el país, el mentado semáforo de alerta de riesgo de contagio ya no sirve de nada, así estemos en rojo o naranja, ni la actividad económica se cerrará, ni se retrocederá en el plan del regreso a clases de manera presencial a partir de agosto, menos la población se quedará confinada en sus casas.

Para muestra, lo dicho el fin de semana por el presidente López Obrador quien advirtió que “llueva, truene o relampaguee”, se regresará a clases presenciales.

Con este contexto, el amarillo de Tlaxcala da igual. Lo verdaderamente preocupante es que la Secretaría de Salud confirmó el primer caso de la  variante Delta en un paciente internado en el ISSSTE, el asunto de esta mutación es que es más transmisible que el virus original y resistente a los medicamentos.

Del seguimiento del comportamiento de la pandemia, se mantienen Tlaxcala capital, Chiautempan, Huamantla, Apizaco y Zacatelco con el mayor número de incidencias y, por cierto, con todo y los riesgos desde este fin de semana “sin miedo” se realiza la feria del municipio sarapero, basta revisar la concurrencia a las distintas actividades programadas.

PROTECCIÓN A PERIODISTAS

Ojalá los intolerantes y gandallas que ocupan una posición política, de gobierno, o están a la espera de llegar al poder (funcionarios, presidentes, legisladores), hayan tomado nota de lo dicho la semana pasada por la gobernadora electa, Lorena Cuéllar Cisneros.

En una reunión con el gremio y sin pregunta de por medio, ni exigencia de parte, de motu proprio la morenista anunció la creación de la Unidad de Protección a Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos en Tlaxcala, instrumento que garantizará hacer válido lo que ya se encuentra establecido en el marco constitucional y normas secundarias, como la ley reglamentaria del derecho de réplica… ¡eso esperamos!

En ese mismo encuentro con periodistas y directores de medios de comunicación, Cuéllar Cisneros expresó que en su gobierno existirá “pleno respeto a la libertad de expresión”, algo que no tendría que estar en el discurso de los políticos, es una garantía constitucional, sin embargo, ante las reiteradas violaciones e incluso el ostigamiento de algunos poderosos, parece necesario el compromiso.

También quedó consignado en su mensaje la promesa de que “no habrá medios consentidos o castigados”, y fue más allá, aseguró: “mi gobierno no premiará el halago ni castigará al crítico, mi gobierno respetará la libertad de expresión y fomentará el debate de las ideas”.

La referencia directa y pública a la relación prensa-gobierno, y el ofrecimiento de crear una instancia protectora, es de aplaudir, aunque al momento sean solo palabras. No tengo registro de compromisos similares en los gobiernos de las dos últimas décadas, donde han transitado lo mismo perredistas que panistas o priístas, incluso Morena desde el Congreso local donde no les importó el tema de la libertad de expresión.

Ahora solo restará ver a quién colocará Lorena Cuéllar como titular de esa Unidad de Protección a Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos, precisamente, de ese nombramiento y de cuándo lo concrete, se verá el tamaño del compromiso.

Por lo pronto y a poco más de un mes de que tome protesta, en materia de derechos humanos y prensa el beneficio de la duda ya está en el nuevo gobierno.