APÉNDICE
25 de mayo - 2021

La candidata a la diputación local del distrito VII, Josefina Rodríguez le propinó un gancho al hígado a su candidata a la gubernatura Viviana Barbosa Bonola, luego de que decantara su apoyo a la abanderada de Juntos Haremos Historia, Lorena Cuéllar Cisneros

Por Edgardo Cabrera

Así fue concebido, y así comienza a operar, el partido político Fuerza Por México es un apéndice de Morena, y sus candidatos empiezan a tomar su ruta, para muestra, un botón.

Este lunes la candidata a la diputación local del distrito VII, Josefina Rodríguez le propinó un gancho al hígado a su candidata a la gubernatura Viviana Barbosa Bonola, luego de que decantara su apoyo a la abanderada de Juntos Haremos Historia, Lorena Cuéllar Cisneros.

En la misma ruta andaría el abanderado Rafa Torre del distrito IX, quien dicho sea de paso, por lo pronto no respalda a su candidato al gobierno de Chiautempan, por lo que pactó con el petista Eloy Berruecos; no sería raro verlo esta misma semana sumándose también con Lorena Cuéllar.

Dificilmente veremos al dirigente estatal, Luis Vargas, haciendo pronunciamientos en contra de la doble cachucha, recordar que el dueño de la franquicia, Pedro Haces, es amigo de la candidata morenista a la primera magistratura.

Eso significa parte de lo comentado en este espacio, no solamente se trata de la ciudadanía o los indecisos, sino que los propios candidatos al resto de los cargos estarían buscando el voto útil por la gubernatura.

Por ello también es entendible que en institutos como el Partido Encuentro Solidario veamos desde semanas atrás otorgando el respaldo a la otra puntera, la de Unidos por Tlaxcala, Anabell Ávalos, incluida la abanderada al gobierno.

Regresando al caso de Fuerza por México, los futuros espaldarazos de candidatos a ayuntamientos, presidentes de comunidad y diputados, a favor de Lorena, tanto públicos como privados, condenarán a Viviana Barbosa a un fracaso mayor en las urnas, lo que es una pena porque la candidata rosa, en verdad se puso las pilas.

UNA DE CAL

En Unidos Por Tlaxcala finalmente le dieron su lugar a los priístas, luego de presumir a diario adhesiones de personajes de otras fuerzas políticas, principalmente de Morena, este lunes la protagonista fue Beatriz Paredes Rangel.

Fue durante un encuentro, en el que estuvo la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional, Carolina Viggiano, donde la ex gobernadora reiteró su respaldo a Anabell Ávalos.

En las sucesiones de la gubernatura de la época moderna, la ex líder nacional del tricolor fue pieza clave y emblema para ver hacía dónde se inclinarían las familias y los poderosos locales, en los corrillos políticos se le etiqueta la alternancia de partidos en Tlaxcala, más no del linaje, por ello vimos la llegada del PRD con un priísta, Alfonso Sánchez Anaya, luego de que Beatriz -cuentan- le diera la espalda a Joaquín Cisneros.

Seis años después llegó el PAN, con otro priísta, Héctor Ortiz, ex secretario de la senadora, quien habría jugado un papel clave para que los poderosos no apoyaran al PRI con Mariano González; al final del sexenio «panista», hubo reconciliación con el apizaquense, y gracias a ello regresó el tricolor al gobierno, repitiendo con Marco Mena, quien también tuvo el decidido apoyo de la ex gobernadora.

Ahora, cuando parece que todo se centra a los pleitos intestinos en Morena y los acuerdos que se construyen desde Presidencia, donde está al servicio el aparato de justicia y hasta fiscal para intimidar a la oposición, pareciera que personajes como Beatriz pierden fuerza para inclinar la balanza, algo que está por verse en escasos 12 días.