Por Edgardo Cabrera

Con el registro de Claudia Pérez como aspirante a la candidatura del PAN por la capital del estado ya no hay marcha atrás, ahora se enfrentará a los odios del lorenismo, pese a que fueron ellos quienes operaron para dejarla fuera de la aspiración en Morena, aún cuando en el pasado se sirvieron de ella para competir electoralmente.

La diputada federal con licencia regresó a Acción Nacional, vale decir, nunca renunció a su militancia aún cuando fue candidata y formó parte de la bancada de Morena en la Cámara de diputados.

Por ello durante su inscripción no tuvo empacho en afirmar que “es mejor regresar al origen que andar chapulineando”, y esas palabras calaron hondo entre los aplaudidores y la propia candidata morenista a la gubernatura, porque Cuéllar es la política tlaxcalteca que más partidos ha recorrido en busca de saciar sus aspiraciones, acumula cinco. 

De ahí que lo realizado por Claudia Pérez no puede ser juzgado por los lorenistas, carecen de calidad moral, tampoco por los neo morenistas que la rodean, quienes en su mayoría, al igual que ella, han chapulineado de partido en partido, lo mismo han estado en la derecha que en la izquierda, en el centro, que en el yunque, en fin, la historia los juzgará.

Por lo pronto, la aspirante a la candidatura panista por el municipio de Tlaxcala deberá trabajar duro para convencer a los albiazules de que se equivocó por volar a morena donde, si bien le dieron lo que en el PAN le negaron en su momento, en carne propia comprobó que los de la 4T no son tan distintos a los de la “mafia del poder”, es más, son peores porque el canibalismo es el pan de cada día. 

ENTRE LICENCIAS E IRREGULARIDADES

El martes se les venció el plazo de 90 días que otorga la legislación para que se separen del cargo de servidores públicos o funcionarios de la administración pública con aspiraciones electorales y varias “joyas” comenzarán a surgir.

Para empezar, la mayoría agotaron el plazo para no perder injerencia política, pero también para seguir gozando de las mieles que les da el erario, otros, como los diputados locales, viven en la incertidumbre, están al filo de la navaja, algunos pidieron licencia para no arriesgarse a pleitos legales, y otros se quedaron amparados en el permiso y los lineamientos emitidos por el ITE para seguir en el puesto y hacer campaña.

Pero a quienes no hay que perder de vista son a los alcades que buscan ser diputados, algunos no obtuvieron el permiso del cabildo, no sesionaron para tal fin, recurrieron a acuerdos soterrados con algunos regidores para obtenerlo, eso ya documentan en algunos ayuntamientos. 

De esto último no hay que perder de vista el caso de Natívitas donde trasciende que Oscar Murias no habría obtenido el aval de todos los regidores, por tanto carecería de las actas respectivas, al menos eso reveló el martes en entrevista el aspirante morenista a la diputación por el distrito XIV, Javier Quiroz.

Pero no es el único, al menos otros dos alcaldes que forman parte del distrito 1 federal estarían en la misma situación, hasta el martes seguían batallando por obtener una candidatura y en eso de estirar la liga se les reventó el plazo, ya veremos cómo tratan de resolverlo, el asunto es que sus adversarios ya les tienen preparadas sendas impugnaciones.

PROTESTAS

De nuevo regresaron las protestas a Morena, este miércoles un grupo de aspirantes a candidatos se manifestaron frente al Congreso de Tlaxcala para exigir transparencia en su proceso, resulta que la próxima semana serán develados los nombres de los candidatos a diputados y alcaldes, sin embargo, nadie se ha dignado en informarles quiénes son los aspirantes, cuándo fueron avalados sus registros, y cuáles  son los cuatro nombres que fueron encuestados.

Y es que, aunque no lo crean, ya aplicaron la encuesta y jamás conocerán la metodología ni las fechas que la realizaron.

Su triste realidad es que les hicieron lo mismo que en las imposiciones para las gubernaturas, pese a las quejas, no hubo cambio en su política o decisiones, cuando llegue el momento de los destapes solo les quedará tragar sapos y sonreír.