23 de septiembre - 2020
Por Edgardo Cabrera
Algo huele muy mal en el ISSSTE de Tlaxcala. Mientras a nivel central está la instrucción de acabar con la corrupción y hacer una limpia, en la entidad los intereses políticos y los negocios personales intentan boicotear algunas acciones.
Resulta que la auditoría que se realiza en el hospital general ha develado una serie de irregularidades que van desde la compra y distribución de medicamentos, así como el uso y abuso de material médico, y hasta la desaparición de costosos equipos.
En dichas acciones estarían implicados desde altos funcionarios hasta trabajadores sindicalizados y de confianza, incluso, aunque usted no lo crea, la empresa de seguridad privada también salió embarrada, de ahí que están contados los días de su contrato y la llegada de elementos del nuevo Servicio de Protección Federal que encabeza Manuel Espino Barrientos.
De la citada auditoría, suman algo así como 20 millones de pesos de irregularidades detectadas en el presupuesto.
Y como parte de la limpia, recientemente se concretó la remoción del subdirector médico, sobre quien pesa una investigación que implica su trato con el personal femenino del nosocomio.
Precisamente de esta baja, llamó la atención la injerencia de la súper delegada quien trató de meter las manos para evitar su salida y con ello intentó ignorar la indicación de oficinas centrales en el sentido de remover al citado funcionario.
Nos cuentan que incluso hubo amenazas de por medio en defensa del médico, algo que quedó documentado, junto con otra serie de atentados a la integridad física en contra de directivos que recientemente llegaron a Tlaxcala con la indicación de terminar con cotos de poder internos.
Sin embargo, con todo y las amenazas y presiones, el cambio fue concretado, y se espera en breve la salida de otros personajes más vinculados precisamente con la coordinadora de programas federales.
JUICIOS POLÍTICOS
Ahora resulta que el diputado morenista José María “Chema” Méndez dice que no se meterá a la contienda por la alcaldía de Huamantla, según que porque tiene “otros intereses”, y sí, le creo, uno de ellos la reelección.
Otro es la pretensión de desahogar el abultado archivo de juicios políticos, el rezago es tal que en su escritorio ya no cabe ni un alfiler y así, sin resultados, cómo pedir otra oportunidad para repetir en el cargo.
Nos cuentan que en su partido le dijeron que antes de soñar con ser alcalde o la reelección debía terminar lo que empezó, y eso significa desahogar de entrada dos casos: el de los presidentes de Axocomanitla y Huamantla, Martha Palafox Hernández, y Jorge Sánchez Jasso, respectivamente.
En ambos la pretensión es suspenderlos del cargo, y como ya dijo que no quiere ser alcalde de Huamantla, espera que ya no haya pretexto para que sus pares en el Congreso frenen el desahogo del expediente.
Aunque también, al abrir el desahogo de ambos casos, el Chema también tendrá que entrarle a otros delicados asuntos más, por ejemplo, el juicio en contra del magistrado Mario Jiménez que fue frenado en su momento por el panista Omar Milton (cuando fue presidente de la Mesa Directiva), o las solicitudes en contra del ahora reluciente presidente de la JCCP, José Luis Garrido.