LA ENCUESTA DE LAS CALENTURAS
22 de agosto - 2019

Por Edgardo Cabrera

La encuesta de Massive Caller dada a conocer este semana levantó ámpula y generó preocupación entre los corifeos de Lorena Cuéllar quienes, ni tardos ni perezosos, emprendieron una ofensiva contra aquellos hasta a los que hace unos días ninguneaban y minimizaban

Con 12 años de campaña permanente por la gubernatura, Cuéllar encabeza la medición (33.9%); le sigue por Morena la senadora Ana Lilia Rivera (11%), quien empezó a moverse desde enero de este año; y en tercer lugar el senador Joel Molina (6.9%), que apenas lleva dos meses de admitir su deseo de contender por la primera magistratura del estado.

Hablamos que la principal preocupación de la eterna aspirante y de su equipo es la aparición del suplente de José Antonio Álvarez Lima, y para ello basta revisar los medios afines a la diputada federal con licencia para corroborar la campaña sucia y los insultos que emprendieron a partir de esta semana.

Y no es para menos que no duerman bien, el asunto es que tanto Rivera como Molina empiezan apenas la carrera por la candidatura, sus posibilidades de crecimiento son mayúsculas, en tanto que el riesgo de desplome de la puntera es también mayor considerando que otras mediciones han registrado que Lorena, también, es la campeona en los factores y opiniones negativos.

INSULTOS Y GUERRA SUCIA 

Aunque lanzaron hurras y vivas por los números de Massive, de forma desesperada también arremetieron contra el senador Molina a quien pensaban que «nunca» figuraría en las encuestas; esa misma vil estrategia (la del golpeteo) la emprendieron contra Ana Lilia Rivera cuando meses atrás convocó a miles de sus simpatizantes a un evento multitudinario so pretexto de un informe legislativo.

Su mal logrado equipo ha utilizado esa estrategia predecible -una y otra vez- siempre con el mismo resultado: la derrota. Cuando militaba en el PRI llegó al grado de mandar golpeadores y tomar las oficinas del comité estatal, en berrinche porque Mariano González le ganó la candidatura en una elección interna.

Seis años después, como candidata perredista, los suyos se enfocaron a golpear mediáticamente, incluso panfletear a quien era la puntera en aquellas elecciones: la panista Adriana Dávila que, como ahora Lorena, se veía inalcanzable. 

Cuando se desplomó la albiazul, la guerra fue contra Marco Mena al que tildaba de “completo desconocido” minimizando la posibilidad de crecimiento, toda vez que al arrancar la campaña era el más rezagado en las encuestas (algo muy parecido a lo que hoy ocurre con sus otros dos rivales en Morena).    

A poco más de 22 meses para las elecciones del 2021, la encuesta de Massive Caller simplemente evidencia que la súper delegada ya NO es la única que está en la contienda. En su partido, Morena, ya hay otros dos nombres con posibilidades de crecer y sumar.  

GRAN ALIANZA

A colación de las calenturas sucesorias, el resto de los partidos políticos deben pensar seriamente en construir una gran alianza si es que quieren disputarle a Morena la gubernatura, ya que como partido, sus preferencias rondan sobre el 47%.

El PRI está en segundo lugar con un lejano 10.6%, le sigue el PAN con 8%, el PRD apenas suma 4.1% y Movimiento Ciudadano llega al 2.5%.

En el caso del tricolor la mejor ubicada es la alcaldesa capitalina Anabell Ávalos (13.2%), seguida del ex diputado federal Ricardo García Portilla (7.4%), el titular del Sepuede Florentino Domínguez (7%), el secretario de Educación Manuel Camacho (6.2%) y la ex candidata al senado Anabel Alvarado (5%).

En el PAN, al igual que ocurre con Lorena, el nivel de conocimiento de la ex candidata a la gubernatura es el mayor, de ahí que la diputada federal Adriana Dávila esté a la cabeza con 11.9%, seguida del ex diputado Juan Carlos Sánchez (11.5%) y la senadora Minerva Hernández (9.2%) 

Como están las cosas, y dados sus números, ahora sí, los suspirantes tendrán que apretar el paso si es que desean entrarle a la contienda del 2021 y hacer un decoroso papel.

De no crecer ninguno de los anteriores, quizá PRI, PAN, PRD y MC, más los que se sumen, tendrían que pensar seriamente en arropar a quien Morena no palomee como su candidato, o de plano optar por un personaje externo con grandes posibilidades de crecer, con muy bajos negativos, y que se le construya de cero una imagen… la carrera aún es larga y la estrategia será fundamental en este maratón.