Por Edgardo Cabrera

En el Instituto Tlaxcaltecas de Elecciones quedó claro, una vez más, lo ineficiente que es su sistema de resultados preliminares.

Los consejeros prometieron que a partir de las 19 horas comenzaría a funcionar el conteo rápido y la realidad fue que se les cayó el sistema, según ellos porque recibieron un ataque informático de lo cual informaron hasta a las 1 de la mañana, hora en la que anunciaron que pondrían en marcha un plan de contingencia.

Antes, los miembros del ITE enmudecieron y no fueron capaz de darle certeza a los miles de tlaxcaltecas que esperan los resultados de la elección local.

Es claro que el organismo electoral local se muestra incompetente a la hora de la verdad poniendo en riesgo la certidumbre de la elección para renovar el congreso del estado.

Por lo pronto y según los primeros datos que se habían procesado las tendencias favorecían a la coalición de Morena que se habría alzado el triunfo en 14 de los 15 distritos locales, mientras que solamente los frentistas mantenían una tendencia favorable en sólo un distrito, el XIV de Natívitas con Miguel Ángel Covarrubias.

Ilusos

Vaya ilusos que resultaron los candidatos morenos quienes piensan que gracias a ellos y su “labor” proselitista ganaron.

Lo cierto es que la baraja de abanderados a las diputaciones federales y la fórmula al senado le deben el triunfo a Andrés Manuel López Obrador, sus propuestas –si es que las tenían- pasaron sin pena ni gloria, se montaron al barco de los ofrecimientos del tabasqueño y se dejaron llevar por la marea.

Al igual que en 2012, los virtuales ganadores le deben al hoy presidente electo una curul federal, sus únicos méritos fueron estar con “ya sabes quién”.

Ahora bien, rumbo a la sucesión de la gubernatura, dentro de 3 años, se sube una nueva competidora, se trata de Ana Lilia Rivera quien al llegar al senado tendrá todo de su lado para disputar la candidatura de Morena.

Dolorosa

Del lado del PRI pasaron del carro completo de hace tres años, a la derrota completa a manos del efecto López Obrador.

De un plumazo, anoche vieron frustrado su futuro como prospectos a la gubernatura por lo que Anabel Alvarado, Florentino Domínguez, Mariano González Aguirre y Blanca Águila deberán esperar mejores tiempos, o al menos a que el futuro les pinte mejor con el ejercicio del nuevo gobierno federal.

Los tres candidatos a las diputaciones federales, incluida Sandra Corona, y la fórmula al senado realizaron una campaña intensa, eso es de reconocer, sin embargo poco pudieron hacer ante un abanderado convertido en fenómeno social así como contra el hartazgo ciudadano a la clase política y en el gobierno.

Lo que ahora les queda a los tricolores, incluidos sus aliados, es revisar a fondo su estructura, es claro que a los efectos anteriores hay que sumarle la simulación con la que actuaron más de un funcionario y presidente municipal.

De no aplicar una purga, cuando llegue el momento de renovar la gubernatura y alcaldías tendrán todo en contra para refrendar.

Frentistas

La elección de ayer domingo también dejó en claro que los frentistas fueron incapaces de sumar el enojo social a su causa, pese a que se unieron el agua y el aceite, PAN y PRD no lograron los resultados esperados.

En ninguno de los tres distritos federales estuvieron cerca de ganar, es más, fueron relegados al tercer lugar con lo que quedó claro que ni los candidatos fueron competitivos, ni la estructura del PAN, PRD y MC, así como el PAC, pudo operar, ya no hablemos de sus alcaldes afines.

Ahora les quedará analizar si realmente les conviene mantener esa alianza los próximos tres años o de plano cada quien jala para su cada cual.