Por Edgardo Cabrera

Rafael Moreno Valle estuvo ayer en Tlaxcala y quizá le hubiera convenido más haber acudido a la sede estatal del PRD que presentar su monólogo narcisista en el PAN.

Y es que el acto resultó emotivo solamente para su misma camarilla de siempre, en contraste, al resto del panismo, empezando por el dirigente Carlos Carreón -quien no ocultó su incomodidad-, la actividad pasó sin pena ni gloria.

Como era de esperarse a la visita del poblano no acudieron los adrianistas ni la mayoría de los diputados locales o alcaldes, los que sí aparecieron fueron decenas de cartuchos quemados que buscan regresar a las mieles del poder.

Aunque hubo tacos de canasta y agua de jamaica de por medio, lo cierto es que el choro del ex gobernador no atrajo a nuevos cuadros panistas ajenos a los morenovallistas. Por cierto que el discurso fue el mismo de siempre, como el que se le escuchó en Apizaco meses atrás y el que pronuncia por donde quiera que va presumiéndose como el “superhéroe” de todos los procesos electorales a los que le entra.

En contraste, nos enteramos que quienes se quedaron con las ganas de estrecharle la mano y lanzarle vivas fueron varios alcaldes perredistas, diputados y miembros de la dirigencia estatal quienes lo ven como su candidato presidencial dentro del Frente.

Arena movediza

En eso de la carrera por la renovación del Congreso local, así como de las curules federales, a más de un priísta se les olvida que en 2018 la gubernatura no está en juego por lo que, sea cual fuere el resultado, Marco Mena seguirá al frente del poder ejecutivo y del PRI estatal.

Lo anterior viene a cuento debido a que algunos ingenuos han intensificado la grilla interna pensando en que así meterán presión para ser nominados candidatos.

No vamos lejos, por el distrito IV el golpeteo está a todo lo que da entre funcionarios y miembros del partido.

Huicho Ramírez anda desatado, a la vez que grilla contra quienes se le ponen enfrente, aprovecha su calidad de secretario para entregar playeras, cilindros y otros artículos promocionales durante eventos oficiales (la oposición ya tiene fotografías y afinan una denuncia ante la Fepade).

Por ese mismo distrito está otro servidor público, el gris titular del noSepuede, quien lo mismo se ausenta de sus actividades laborales para ir a la grilla partidista, que utiliza a sus esbirros para promocionarse como candidateable.

A la lista se agregan otros como el junior Emilito Sánchez quien no para de entregar pollos, o el León que parece minino y que lo mismo ofrece amor eterno al PRI que anda –también en pleno horario laboral dentro del Infonavit- sentándose a negociar sus aspiraciones locales y federales con los líderes del Frente Amplio.

Los saraperos

Pero el IV no es el único, hay otros distritos como IX donde la diputada suplente Fabiola y su consorte Ángel andan dando palos de ciego porque quieren la curul que actualmente detenta la “independiente” afín al PRI Yazmín del Razo.

Quieren boicotearle cualquier posible acuerdo reeleccionista con el tricolor, amén de que han buscado cercar a los alcaldes de la zona para tenerlos de su lado.

Lo cierto es que, como las arenas movedizas, mientras más se mueven más se hunden y por consiguiente, ponen en riesgo ganar la mayoría en el Congreso local que es, dicho sea de paso, junto con la Presidencia de la República, el principal objetivo de Marco Mena.