Por Mauricio Hernández Olaiz

Triste resulta ver como nosotros mismos somos los que nos auto boicoteamos en escenarios tan complejos como el gasolinazo y los incrementos desmedidos a la luz y el gas doméstico. He recibido mensajes; con motivo de mis anteriores puntos de vista en este espacio, de toda índole, pero la mayoría son para denostarme, agredirme, llamándome hasta Peñista o Priista (cosa más alejada de la realidad) simplemente porque considero que las marchas, los plantones, los bloqueos y, por supuesto, los lamentables saqueos, no sirven absolutamente para nada.

Esa triste postura de si no estás conmigo, estás contra mí, no solo es retrógrada, sino corta de miras y hasta segregacionista. En una nación con ideas y conceptos tan diversos, es precisamente el conocer las distintas posturas y sugerencias la mejor manera para encontrar vías alternativas y eficientes para enfrentar las arteras decisiones del gobierno con el objetivo de volvernos un pueblo verdaderamente reaccionario ante las imposiciones, con protestas inteligentes que, sobre todo, den resultados.

Está por demás volver a explicar porque soy un crítico de las medidas cavernícolas de bloquear y saquear, que a la fecha solo han generado psicosis en las redes, miedo, y pretextos maravillosos para desviar la atención del problema central, mientras que medidas más inteligentes carecieron por completo de seguimiento y solidaridad. La medida de no cargar combustible y gas en los primeros días del año, pudo haber tenido mejores resultados, pudo ser un duro golpe a los artífices de los incrementos, pero no, no, mejor a gritar, saquear, bloquear y por supuesto a cargar gasolina desde el primero de enero.

Si nos dicen no prendas la tele ni la luz 4 horas, hacemos caso omiso, pero si te dicen éntrale al OXXO a robarte unas caguamas, salimos corriendo, por ahí en el Elektra se me sube una pantalla, que para colmo del cinismo, luego presumo en Facebook. Mucho se ha hablado de que es el propio gobierno el que gesta los saqueos, es muy probable, pero el resto que le entran a la “divertida” y mal sana actividad no son soldados, ni policías, ni grupos de choque; esos solo abren el camino, o en este caso la cortina de Coppel, el resto es el pueblo, el mismo que se queja, el mismo que llora, el mismo que por su tarjeta monex o soriana le entregó el poder al presidente más ignorante e impopular de toda la historia.

Y mientras la gente sigue haciendo cuentas de cómo sortear este duro inicio de año, el gobierno se encuentra ya pensando; no como controlarnos por lo del gasolinazo, eso ya nos lo tragamos, sino cómo ocultar o minimizar el daño que se le viene a Peña Nieto con el caso OHL, que se presume como el acto de corrupción más grande de la historia moderna de México, pero que solo se maneja en altas esferas y solo se informa en canales independientes que a la gran mayoría del pueblo no le interesa acceder.

Ahora el control de daños es precisamente evitar que la información de OHL baje al vox populli y sea un catalizador más para un pueblo que quiere despertar, pero cuando se medio anima, se apendeja, tal vez por el largo letargo en el que ha estado.

Por ello es tiempo de dejar atrás posturas de si no estás conmigo…He sido claramente escéptico de la solidaridad del pueblo, sigo siéndolo, en especial a medidas de resistencia civil que requieren de mayor inteligencia, que requieren de ciertos sacrificios en el día a día, en nuestra cotidianeidad, medidas como el no uso del automóvil, de no usar gas y energía eléctrica en determinado tiempo, en no utilizar internet o llamar por teléfono; estas medidas han sido tremendamente efectivas, y no solo en Europa, pregúntenle a los Guatemaltecos, primer país centroamericano que pudo quitar un presidente corrupto (sin necesidad de armas)….las marchas multitudinarias fueron el final del camino, no el principio, lo que puso contra la lona a su gobierno fue el no consumo, el no pago de impuestos, entre tantas otras, medidas que nos negamos a poner en práctica, medidas que requieren la voluntad de por los menos 90 millones de mexicanos, de lo contrario no sirven, no funcionan y solo dejan entrampados a aquellos que sí decidieron ponerlas en práctica.

Con base a lo anterior no me sorprendió en lo más mínimo el Análisis Criminológico de los sucesos relacionados con el incremento a la gasolina y el diésel realizado por la SEGOB , en donde el estado de Tlaxcala se ubicó como una de las entidades con menor incidencia de conflictos o conductas delictivas durante las protestas. Si bien hay que aplaudir que la entidad no formó parte de los saqueos desmedidos y los bloqueos estériles, también hay que abuchear que de igual forma casi no formó parte de las medidas inteligentes propuestas, como la no carga de combustible los tres primeros días del año, con ello refuerzo mi tesis aquí expuesta, quejumbrosos en las redes sociales pero totalmente apáticos en las acciones.

Por cierto, sigo a la espera de los argumentos, soluciones o propuestas de aquellos que se tomaron su tiempo para recordarme a mi señora madre (que en paz descanse), o llamarme lame Peña, Marianista (no mames, esa si dolió) y otras tantas linduras, espero de corazón que tengan por lo menos una propuesta más y un insulto menos.

Y si no pienso como ustedes, eso no me hace su enemigo y mucho menos un Priista, Perredista o Panista, los otros partiduchos son relleno que solo mama del erario, ¡ahhh! esa sería una buena medida para evitar gasolinazos, dejar de financiar partidos políticos, que se rasquen con sus uñas, en fin aquí, no pienso decirle al presidente peña (con minúscula a propósito) ¿Que hubiera hecho yo?.