En Morena sueñan que su candidata será competitiva gracias a San Peje pero lo cierto es que su partido es un polvorón. Y Barbosa conduce al PES al fracaso por seguir lamiéndose la herida por su salida del PRI. Regresamos al escenario de semanas atrás, en la capital la competencia será entre la priísta Anabell y la sobrina Ortiz.

Por Edgardo Cabrera

En algunas casas de campaña se muestran incrédulos por las proyecciones de que la elección será a tercios, por ejemplo en Morena sueñan que su candidata será competitiva gracias a San Peje y se niegan a ver su triste realidad.

El partido no ha parado de desmoronarse, sabemos que la enviada de López Obrador para hacerse cargo de Tlaxcala, Clara Brugada está mas interesada en ser diputada de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México que en remar en una canoa que va a pique.

Tan mal se encuentra Martha Palafox en las encuestas, que su propio instituto político prefirió inscribir a la dirigente estatal morenista en un proceso comicial ajeno a Tlaxcala y que les redituará mayores beneficios políticos.

Nos cuentan que desde un inicio existieron desacuerdos entre la flamante candidata a la gubernatura y la “dirigente” estatal porque las 2 querían mandar, como consecuencia, Brugada prefirió dejar tirada la casa para que se hicieran bolas con el tema de la imposición de candidatos y su eventual registro.

Por si fuera poco, la persistencia de los “Palafox” (recordemos que sus hijos también forman parte de la toma de decisiones partidistas) en imponer al ex priísta Joel Molina Ramírez como dirigente estatal de Morena ha terminado por crispar los ánimos de los escasos izquierdosos que quedan en esa fuerza política.

Frustrado

Otro caso más es el del ex priísta Federico Barbosa quien se sigue lamiendo la herida por su salida del PRI.

En lugar de concentrarse en sumarle votos al PES, sus discursos son de reproche al tricolor ya que insiste en que el proceso interno de su ex partido no existió y que la candidatura a la gubernatura fue producto de un acuerdo cupular.

Lo curioso del asunto es que su nominación nació bajo las mismas circunstancias que acusa, o ¿acaso fue electo candidato de Encuentro Social por medio de un proceso democrático?

Para su desgracia y del PES (que seguro perderá su registro), ni su familia está con él en su aventura, por ejemplo su hija Viviana ha sido vista muy animada echándole porras y apoyando al priísta Marco Mena.

Camisa de 11 varas

En camisa de 11 varas se metieron quienes mandaron a publicar en un diario local una encuesta de una empresa patito y que no fue registrada ante el INE, ayer mismo la autoridad electoral alistaba un emplazamiento al medio para que en un lapso de 5 días presente el estudio completo e informe quién pagó por su difusión.

Al violar flagrantemente la normatividad el desplegado se convertirá en un dolor de cabeza para su autor y aquellos que lo financiaron.

De comprobarse el trasfondo de un candidat@ en el desplegado, estará sobre la cuerda floja su futuro, basta revisar el acuerdo CG220/2014 del INE.

Siempre sí

Alejandra Ramírez siempre sí “aceptó” ser candidata del PAC a la presidencia municipal de Tlaxcala, al menos así lo boletinó ayer su dirigencia estatal.

Con ello regresamos al escenario que habíamos dibujado semanas atrás, en la capital la competencia será entre la priísta Anabell Ávalos y la sobrina de Héctor y Serafín Ortiz.

No dudamos que su candidatura se haya destrabado al interior de un salón de belleza, el mismo al que diariamente acude la candidata perredista a la gubernatura y donde se habla mucho de política.

Por lo pronto el amarillo Paco Hernández es el primer damnificado, el otro será el neopanista Briones.

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