A la Verónica: ¿Mal inicio?
9 de agosto - 2015

Guadalupe_Posada

Nunca he sido partidario de la crítica sobre un espectáculo al que no acudí, máxime cuando se trata de hablar de un festejo taurino, pues si ya de por sí la opinión varía en cada aficionado, si no se acude, la opinión sería errónea y confusa.

Sin embargo, me llama la atención que, con base en las opiniones externas de aficionados, la primera corrida de feria en Huamantla, no fue lo que se esperaba ni lo que se ofreció mediáticamente en el anuncio de los carteles.

¿Que cambiaron el encierro? ¿Qué los toros estuvieron mal? ¿Qué los boletineros de la empresa difundieron un exitazo? No lo sé, pero los comentarios en contra de festejos, no sólo en Huamantla sino de otros cosos, son cada vez más constantes.

¿Qué pasa con la fiesta, por qué la están acabando, por qué están condenando los festejos taurinos a desaparecer gracias a la poca asistencia de gente a la plaza?

Bien dicen que tampoco hay que ser más papistas que el Papa, ni estar en contra de todo y a favor de nada, pero los comentarios de aficionados o simples espectadores dan al traste con esas premisas.

Habrá exceso de aficionados avezados, villamelonaje o de verdad empresas y ganaderos que le toman el pelo a la gente.

Algunos advierten que ya no es raro en las plazas ver encierros débiles, sin edad ni mucho menos trapío, toros con los cuernos alterados para reducir el peligro hacia el torero o encierros parchados de última hora.

Pocos dicen las verdades de la fiesta. Los chayoteros, lo mismo divos de la lente que de la pluma en los toros abundan, los barberos pagados pues. Esos se encargan de tapar las pifias de empresarios, ganaderos y toreros, en fin, un contubernio total.

Pero algunas veces, son esos mismos revisteros –como dicen en España– los que se quejan de todo en las plazas, a cambio de una entrada o un acceso al callejón como auténticos gorrones.

Tal parece que esos cánceres de la tauromaquia jamás serán extintos. Perdurarán hasta que la fiesta lo permita, pues el aficionado que no lo permite, poco eco tiene en sus clamores por tener una mejor fiesta, cuando menos, honesta.

Ya veremos cómo pintan las cosas para la tradicional Corrida de las Luces en Huamantla, con la IMPOSICIÓN de los toros de Rancho Seco para esa noche.

Por lo menos, el aficionado que acude siempre a las plazas a sabiendas de que es muy probable que le tomen el pelo, espera que la fiesta se reivindique, aunque sea, por un par de horas.