El viernes 11 candidatos fueron convocados a un debate en el III distrito, solamente 3 acudieron, los 8 restantes con qué cara piden a los ciudadanos ser parlamentarios, vaya decepción con estos políticos de aparador. Por cierto antes de entrar al aire, alguien subió a la azotea del sistema de cable local para boicotear el programa

Por Edgardo Cabrera

El viernes 11 candidatos fueron convocados a un debate en el III distrito, solamente 3 acudieron, Ana Lilia Rivera Rivera de Morena, Luciana Morales Vicenteño del PES, y Ricardo García Portilla del PRI.

A minutos de entrar al aire, el canal 2 de Zacatelco fue boicoteado, alguien subió a la azotea del sistema de cable local para cortar una de las líneas que distribuyen la señal. El equipo técnico tuvo que hacer reparaciones de último momento para poder transmitirlo.

El ataque es grave y preocupante considerando que fue el único debate que se logró pactar en Tlaxcala con motivo del actual proceso electoral.

Tal parece que en el municipio de los “moches” (recordemos la nota de la semana pasada en la que al alcalde panista Francisco Román aceptó cobrar diezmo a los constructores) no hay ley.

Ninguna patrulla se presentó a resguardar el lugar y menos a investigar el incidente. El hecho coloca en semáforo rojo al municipio de Zacatelco para el día de la jornada electoral.

Ante el atentado a un medio, qué se puede esperar para el resto de la población. Deben tomarse medidas extraordinarias en materia de seguridad ante la incapacidad del presidente municipal.

Por cierto, representantes del INE estuvieron en el lugar para dar fe del debate así como de las incidencias, el ejercicio, hay que subrayar, cumplió con la normatividad y los requisitos establecidos por la propia autoridad electoral, los únicos que no cumplieron fueron 8 suspirantes.

Las justificaciones

El debate del III distrito puso en evidencia la falta de seriedad de algunos candidatos, por ejemplo la panista Lilia Caritina Olvera quien en entrevistas previas en esa televisora se había comprometido a acudir, al igual que el de Movimiento Ciudadano, Refugio Rivas.

A la hora de la verdad, ninguno llegó ni honró su palabra.

El de Nueva Alianza, J. Carmen Corona condicionó su participación a la asistencia de los abanderados del PAN, PRI y PRD. Dado que sólo acudió el tricolor, al profesor no le interesó presentarse.

Pese a que confirmó su asistencia, el independiente Daniel Romero, por cierto médico de profesión, el mero día de la convocatoria se enfermó, canceló horas antes, ¡vaya mala suerte!

Al del PRD, Tomás Orea, por cierto diputado local con licencia, desde un principio no quiso poner en evidencia su nivel de conocimiento legislativo y, menos, su capacidad para debatir con sus pares; lo mismo aplica para el otro candidato asambleísta con licencia, Refugio Rivas, que prefiere darle prioridad a sus videos musicales promocionales.

El resto ni siquiera atendió a la invitación enviada por escrito y formalizada ente el INE.

De ese nivel estamos en esta elección, y luego se quejan del desencanto ciudadano por los representantes populares.

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