Tlaxcala | Manuel Morales.- Un grupo de 38 concesionarios de la empresa Urbanos y Sub Urbanos (USU) de Tlaxcala, oficializaron la desbandada de esa empresa tras acusar que los líderes, los hermanos José Antonio y Víctor Martínez Lozano, han cometido fraudes con las cuotas diarias de los trabajadores, además del IMSS y el SAT.

En conferencia de prensa, los concesionarios y choferes presentaron a sus nuevos líderes, Miguel Xochihua Flores, como presidente y Miguel Xochihua Rodríguez, vicepresidente; aseguraron que para formalizar su salida han entregado las placas ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado (Secte), para que inicie el procedimiento para que determine y reconozca a la nueva línea de transporte.

Dijeron que serán las mismas rutas de recorrido pero bajo otras siglas, y temporalmente prestarán el servicio con permisos provisionales por Secte. Respecto de USU, los concesionarios, denunciaron que al interior de USU existe una serie de problemas financieros por los presuntos malos manejos de administración de José Antonio y Víctor Martínez Lozano y a ellos se les atribuye el desfalco y crédito fiscal ante el IMSS por 16 millones de pesos por no pagar las cuotas obrero-patronales de 600 trabajadores.

En el 2003, el presidente del consejo de administración Víctor Martínez Lozano, reportó la compra de dos predios para oficinas de la empresa: en Acuitlapilco, Tlaxcala y en El Alto, Chiautempan; para 2007 la empresa fue auditada por el Imss en el que se detectó que de 600 trabajadores solo mantenía afiliados a 40 de ellos, por lo que en el 2010 el Seguro Social embargo un edificio de la empresa y promovió recursos legales que no surtieron los efectos y se amplió el embargo en este año a 129 unidades y se le requirió el pago de 16 millones de pesos.

Los concesionarios, acusaron que los dirigentes no han generado ningún informe financiero ni de la situación legal de la empresa, por lo que dudan que la cuota de 50 pesos que pagaban diario por que su unidad circulara o no, misma que dudan si haya ido a cuentas bancarias personales.

Al realizar sus cuentas por las cuotas obtenidas, dijeron que “más o menos mensualmente recaban 600 mil pesos por el número de 400 camionetas y cuota de 50 pesos… 7 millones de pesos al año, es decir, que hay un excedente y no sabemos dónde está ese dinero son 5 millones de excedente”.

Respecto de las dos propiedades compradas, dijeron que los hermanos líderes, cometieron un despojo a la empresa de las dos propiedades que adquirieron ya que vendió al padre José Antonio Martínez la propiedad de El Alto.

Con el embargo de enero del 2010, se formalizó la venta del segundo inmueble de Acuitlapilco y para evitar perderlo, de inmediato la inscribió en el registro público de la propiedad igualmente entre familiares “siendo notoria la mala fe de estos”.

De las 200 acciones, 80 pertenecen a la Familia Martínez Lozano, y entre sus incondicionales formaban el 50 por ciento por lo cual mantenían la mayoría y el coto de poder;  los minoritarios están en contra de estas administraciones.