Un nuevo revés sufrirá el innombrable en sus negocios de bienes raíces que afianzó a su paso por la administración estatal, se trata del Centro de Negocios que se encuentra en obra negra. Tarde que temprano tenía que ocurrir, el rompimiento entre Vega y Mendoza, personajes que se disputan el control político de Chiautempan, “nadie sabe para quién trabaja”

Por Edgardo Cabrera

Un nuevo revés sufrirá el innombrable en sus negocios de bienes raíces que afianzó a su paso por la administración estatal.

Se trata del edificio abandonado que se encuentra al final de la prolongación Porfirio Díaz, en la capital del estado, y que en su concepción fue pensado como un moderno centro de negocios.

Resulta que recientemente fue requerida al ayuntamiento información de la situación que guarda el predio y, sin más, con pelos y señales fueron dados a conocer una serie de datos valiosos y reveladores del inmueble.

Detrás de la pretendida posesión del edificio salieron a relucir prestanombres y un procedimiento legaloide similar a lo que hicieron para apropiarse del inmueble donde hoy se ubica el hospital privado Humanitas.

Recordemos que en el sexenio pasado, y después de varios años de estar abandonado por créditos impagables, de manera voraz la administración del innombrable utilizó todo el poder del Estado para “recuperar” el inmueble que se encontraba en obra negra y después fue vendido a precio de ganga a un particular.

Aunque nunca se pudo comprobar, aseguran que el comprador se trató sólo de un prestanombres del verdadero dueño y artífice de la recuperación de la propiedad.

Algo similar intentaron hacer con el Centro de Negocios abandonado sobre la prolongación Porfirio Díaz, pero los socios del proyecto (a quienes los ahogaron las altas tasas de interés derivadas de la crisis económica del 95) movieron cielo, mar y tierra para impedir el agandalle.

Ahora, nos dicen, la información de la comuna capitalina habría puesto en charola de plata al innombrable que estaría por enfrentar un nuevo proceso legal en su contra.

Se sabe que en breve desde el gobierno estatal se emprenderán acciones para eliminar toda posibilidad de apropiación de la codiciada construcción, por cierto, predilecta por los partidos políticos y sus candidatos para colocar enormes lonas propagandísticas en tiempos de campaña.

Rompimiento

Tarde que temprano tenía que ocurrir, el rompimiento entre Humberto Vega y Antonio Mendoza, personajes que se disputan el control político de Chiautempan.

Sin embargo el señor Vega destapó por anticipado su juego y eso, seguramente, le traerá más costos que beneficios.

No hay que perder de vista que al diputado federal se le termina el próximo año el cargo al que, dicho sea de paso, llegó gracias a la casualidad y a San Peje.

Vega está apestado en el PT donde lo corrieron por desleal al todopoderoso Alberto Anaya, y en el PRD nadie lo quiere por lo mismo –su deslealtad-.

En tanto que Mendoza Romero tiene el sartén por el mango, es alcalde y su principal apuesta se encuentra en la próxima renovación de la dirigencia estatal y nacional del PRD.

Del tema del operativo para retirar a los ambulantes ha querido sacar raja el diputado federal mediante su hija (beneficiada políticamente con la sindicatura) quien emprendió una ofensiva contra el edil.

Y, bueno, no hay que perder de vista que lo descuidado del operativo -que incluyó el desalojo violento de una vendedora de la tercera edad- fue el perfecto combustible para que la sindica, Belén Vega, arremetiera contra la administración de Antonio Mendoza.

Pero lejos de sumar bonos, Humberto sólo ha fortalecido a la pareja conformada por la diputada local Evangelina Paredes y su esposo Bernardino Palacios, personajes que han forjado su capital político a base de la necesidad de los comerciantes ambulantes.

Como reza el refrán: “Nadie sabe para quién trabaja”.

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