Qué opinarán varios miembros distinguidos del PAN (en especial los que tienen tendencias homosexuales) de la postura del diputado Álvarez en contra de las sociedades de convivencia. De buena fuente nos enteramos que la impugnación promovida por MC en el II distrito será desechada. Y de vecindad se convirtió el pleito en el PAC

Por Edgardo Cabrera

En el PAN al coordinador parlamentario, Julio Álvarez García, le salió lo homofóbico y sostuvo que su bancada no avalará reformas que permitan las uniones homosexuales.

Según él “porque es la línea nacional de su partido”, es decir, carece de criterio para opinar sobre el tema.

El asunto no es menor ni trivial como pudiera pensarse, la opinión de Álvarez García es un reto a la jurisprudencia 43/2015 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que consideró inconstitucional los códigos civiles –como el de Tlaxcala- que definen el matrimonio como la unión entre hombre y mujer, y con fines de procreación.

Aunque Álvarez carezca de criterio propio, le guste o no, este tema tendrá que ser tratado algún día en el Congreso local dejando de lado visiones homofóbicas.

A colación, qué opinarán varios miembros distinguidos de su partido, muchos ellos con cargos públicos o de representación popular, que tienen tendencias homosexuales, lésbicas o bisexuales.

En Tlaxcala los hay, la propia comunidad homosexual ha evidenciado sus preferencias, por lo que resulta hipócrita la postura panista contra las sociedades de convivencia. En el partido de los moches y los mochos, varios se encuentren en el clóset por temor a ser expulsados.

Saldos de la elección

De buena fuente nos enteramos que la impugnación de la elección del II distrito promovida por el Partido Movimiento Ciudadano será desechada.

Resulta que en una primera revisión a la inconformidad salta a la vista el endeble sustento legal utilizado por los abogados de dicho instituto político.

Habrían cometido un error de primaria debido a que en su queja no consideraron la nueva norma electoral federal, ¿entonces cómo le hicieron para argumentar su protesta?, esa es la pregunta que se hacen todos aquellos quienes han analizado la impugnación. Lo mismo les pasó con la queja contra el obispo la cual fue desechada ayer por el TEPJF.

¡Borrachos!

En chisme de vecindad se convirtió el pleito dentro del Partido Alianza Ciudadana (PAC), ahora resulta que el depuesto dirigente acusó a sus ex aliados de “borrachos”.

Bernardino Palacios afirmó que ese grupo de alcohólicos llegaron a la asamblea en la que fue removido del cargo de dirigente y son –dijo- los mismos que lo orillaron a tener que despachar en una “oficinita” alejada del inmueble oficial del instituto político.

Quizá, a colación del tema sacado por el autodenominado dirigente “legítimo”, sería bueno aplicar el antidoping a más de un politiquillo que con sus declaraciones y acciones parecen estar bajo los influjos de alguna droga.

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