29 de abril - 2025

Por Edgardo Cabrera
La inconformidad social por la inseguridad y la impunidad que ha derivado en la justicia por propia mano es un asunto insostenible para el gobierno de la Triste Historia, este fin de semana de nuevo se desató la violencia en San Pablo del Monte cuando pobladores retuvieron a tres supuestos ladrones y luego, tras ser “rescatados”, arremetieron contra policías estatales y municipales y amagaron con lincharlos.
Ahora no fue uno de los probables delincuentes, sino una mujer del pueblo la que perdió la vida a causa de una bala, la versión extra oficial es que fue por los disparos que hicieron policías estatales y municipales que, ya se la saben, aplicaron de forma “exitosa” el protocolo “Celaya”, ese que se inventó el tristemente célebre ex secretario de Seguridad, ese que huyó de Tlaxcala luego de que sus mandos cercanos fueran encarcelados acusados de extorsión agravada.
Es la hora que la Fiscalía General de Justicia del Estado ni el gobierno estatal atinan a dar una explicación del caso basada en peritajes, video grabaciones y testigos, uno supondría que con más de 10 mil millones de pesos invertidos en tecnología y equipamiento en seguridad hubiera resultados inmediatos a sus investigaciones, no solo eso, a la prevención de los delitos.
Una crónica del periodista Moisés Morales de El Sol de Tlaxcala da cuenta, además, de la angustia que vivieron policías municipales luego de que fueron cercados en la comandancia por los iracundos pobladores quienes amagaron con quemar las instalaciones y la súplica de una mujer policía que pedía auxilio por radio ante la apatía de los Guardias Nacionales y la Sedenaya que “no pueden hacer nada”, decía.
El saldo de lo ocurrido el sábado fue de una mujer sin vida, patrullas e instalaciones de seguridad vandalizadas, heridos, dos policías retenidos, en fin… pero para el Estado el protocolo “Celaya” fue exitoso porque salvaron a los señalados como delincuentes y dispararon, porque el mentado procedimiento así también se los marca, de ahí el daño “colateral”.
Más tarde, el domingo, un cuerpo embolsado les “apareció”, también allá en San Pablo del Monte en los límites con Puebla, como suele ocurrir, la millonaria tecnología tampoco sirvió para ubicar a los responsables de dejar los restos, eso sí, “también se abrió una carpeta de investigación”.
Pero ahí no acaban los hechos delictivos con extrema violencia, el domingo otro intento más de linchamiento ocurrió en Panotla, en el barrio de San Ambrosio Texantla, pobladores retuvieron a un sujeto acusado de supuestamente robar un celular, las campanas repicaron, ya sabemos que son más eficientes que el 911, llegaron los habitantes dispuestos a hacer justicia y tras la tensión del momento accedieron a entregar al individuo.
En el agitado fin de semana, y si algo más faltara, en Apizaco quedó registrado en un video de una cámara de seguridad particular, no del C5i ni de sus múltiples C municipales, el momento en que dos sujetos incendiaron un bar con bombas molotov, la versión es que los dueños se negaron a pagar “derecho de piso”, algo que también es una práctica que prolifera con total impunidad.
INCENDIOS
En eso de los incendios forestales, el domingo se generó uno en una barranca aledaña a los fraccionamientos “Santa Elena” y “La Virgen” ubicados en Panotla, tras varias horas de trabajo por una respuesta inmediata a la emergencia se logró combatirlo con éxito.
Por fortuna para los pobladores, en Santa Elena vive el ahijado de la gobernadora, a quien por cierto ya no soportan por sus gorilas guardaespaldas apostados afuera de su domicilio cuidándolo en el estado más seguro, esa suerte no la tuvieron en Altzayanca donde hoy padecen el minimizado ecocidio.