4 de marzo - 2025

Vendedores se manifiestan en la capital y denuncian amenazas, abusos y una reubicación que afecta su economía.
Por Stephany Rodríguez
Un grupo de comerciantes ambulantes del municipio de San Pablo Apetatitlán llevó a cabo una manifestación este martes en la Plaza de la Constitución de la ciudad de Tlaxcala, para exigir al presidente municipal, Azaín Ávalos Marbán, que respete su derecho a trabajar y revierta la reubicación que los ha dejado en condiciones precarias.
Encabezados por Consuelo García, Agustín Mazatzi y Ubaldo García, los vendedores señalaron que desde enero de este año fueron retirados de su ubicación habitual en La Ribereña, a un costado del centro comercial y a la orilla del río Zahuapan, para ser colocados en una zona cercana a la carretera. Esta medida, aseguraron, ha desplomado sus ventas y pone en riesgo su integridad, pues la nueva ubicación es insegura y poco visible para los clientes.
Los inconformes explicaron que son alrededor de 30 familias las que dependen directamente de la venta de productos como alimentos, bebidas, helados y artículos diversos, por lo que el cambio impuesto por el Ayuntamiento afecta gravemente su economía.

Aunque reconocieron que han sostenido diálogos con el alcalde, afirmaron que las respuestas han sido ambiguas y sin soluciones concretas. Ante la falta de acuerdos, algunos vendedores decidieron reinstalarse en su punto original, lo que ha derivado en confrontaciones con personal de Gobernación Municipal y elementos de la policía.
Los manifestantes advirtieron que no dejarán de trabajar, ya que esta actividad es su único medio para llevar sustento a sus hogares. Denunciaron además un incremento desmedido en el cobro de derecho de piso, que pasó a ser de 600 pesos, cifra que consideraron excesiva. No obstante, manifestaron su disposición a pagar una cuota justa y razonable.
Finalmente, pidieron la intervención de las autoridades estatales para garantizar su derecho al trabajo y frenar las presuntas amenazas y abusos por parte del Ayuntamiento, reiterando que su única exigencia es continuar laborando sin ser hostigados.