LO DIJIMOS
13 de junio - 2024

Por Edgardo Cabrera

Tal como lo anticipé la semana pasada, el martes Radio Altiplano regresó al patrimonio cultural de los tlaxcaltecas, en el gobierno ahora desconocen su mala decisión, dicen que “NUNCA” entregaron la estación al Heraldo, sino que se trataba de una “alianza”, en los hechos, echaron a la basura 38 años de historia para cumplir un capricho comercial y de negocio.

Fue el presidente López Obrador quien dio un manotazo en la mesa y ordenó regresar a los tlaxcaltecas la administración de la radiodifusora y fue solamente por él como se dio marcha atrás al contrato, convenio o bodrio legal mediante el cual el gobierno de la Triste Historia entregó la señal a un corporativo mediático para convertirla en una repetidora más.

Si existiera madurez y la intención de realmente cambiar los tropiezos de tres años de mal gobierno, tendrían que admitir el error, impulsar el sistema estatal de radio y televisión, colocar a alguien que realmente sepa de medios públicos, y dejar atrás ocurrencias. Dinero va a haber, al menos 100 millones de pesos destinará el gobierno federal, solo resta que los sepan aplicar.

Porque también es cierto aquel refrán que reza: “Querer lavar la cabeza a un burro es malgastar tiempo y jabón”.

NO SE HAGAN ILUSIONES

A colación de los resultados electorales y la aplastante victoria de Morena, aquí en Tlaxcala los corifeos, arribistas, aplaudidores y lame botas, aseguran que el triunfo fue por Cuéllar, no se equivoquen, la participación de 70 por ciento de los ciudadanos y el casi medio millón de votos son producto de los programas sociales, el discurso mañanero de López Obrador y la gran calificación que tiene el presidente, caso contrario al de la mandataria que está entre las peores evaluadas.

Ya hablamos del pésimo desempeño de la oposición en la elección, también es justo decir que Morena en Tlaxcala no tiene nada que presumir, si revisan la lista de candidatos y ganadores se comprobará que en su mayoría provienen del PRI, del PAN y PRD, los morenos de sepa fuero relegados de nuevo.

Ahí le va unos ejemplos empezando por el senador reeleccionista, ex priísta salinista, José Antonio Álvarez Lima. El triunfador en Apizaco, Javier Rivera, fue candidato en 2016 por la coalición PRI-Verde; en Chiautempan ganó otra ex priísta, Blanca Estela Angulo, que durante dos décadas abrevó de ese instituto y ocupó cargos en la dirigencia municipal y en gobiernos tricolores.

En Tetla hay otro ejemplo, ahí el ganador fue el hijo del secretario particular de la gobernadora, el ex diputado perredista Gelacio Montiel. Su junior, Giovani era funcionario del PRD estatal y con Cuéllar chapulineó hasta alcanzar el sueño de su padre. No olvidemos el caso de Diana Torrejón en Tlaxco, también priísta por décadas y ahora triunfó con las siglas de Morena. 

La lista de alcaldes morenistas electos tránsfugas sigue, pero vamos al lado legislativo. Las cosas no son distintas empezado por el primer distrito donde ganó la reelección el ex perredista Ever Campech, su primer periodo fue con las siglas del Sol Azteca, ahora llega por Morena. Aurora Villeda Temoltzin también fue priísta, luego perredista y tiene antecedentes en el PAN donde está su tío José Gilberto Temoltzin, ahora es diputada electa por la coalición oficialista.

Regresando al plano federal, ahí aparece el reeleccionista Alejandro Aguilar López, ahora petista-morenista, pero recordemos sus dos gobiernos municipales de Huamantla gracias al PAN, ese mismo color lo llevó a la diputación local y federal. Ahora sumará su tercer periodo como legislador federal gracias a la 4T, y por poco consigue imponer a su hija como síndica morenista en Huamantla. ¿Qué tal el cambio?