¿Ley muerta?
13 de junio - 2024

Por Mauricio Hernández Olaiz

Luego del muy largo y tortuoso proceso electoral, las autoridades comienzan a emitir fallos que me permiten reafirmar mi hipótesis de que la ley en materia de elecciones se ha convertido en auténtica letra muerta.

Como nunca antes en la historia de nuestra incipiente democracia, las violaciones constantes a la ley fueron más que evidentes, sin embargo, las sanciones no llegan y las que lo hacen, no representan, ni de cerca, un verdadero impedimento a las practicas recurrentes de violación a la legalidad.

A través de lagunas o con chicaneos mañosos, los diversos partidos y actores políticos, especialmente los de la 4T, cayeron en constantes abusos sin que nada ni nadie les pusiera un alto.

El presidente desde su mañanera, así como morena y sus aspirantes a diversos puestos de elección popular, comenzaron una adelantadísima campaña que paso de noche a los responsables de hacer valer la ley electoral. Claramente la equidad de la contienda fue mancillada ante la indiferencia del INE y de su titular, Guadalupe Taddei.

El descaro fue tal que la “autoridad” prefirió invitar a los quejosos de la oposición, a que mejor se pusieran a hacer lo mismo, campañas violentando la ley y los tiempos, para emparejar a los contrincantes, cuando ya las corcholatas tenían largo tiempo de haber sido destapadas por todo el territorio nacional.

No es casualidad que Andrés Manuel López Obrador es el mandatario en la historia que más quejas ha tenido por presuntas violaciones a la ley electoral, y la mayoría de ellas por sus declaraciones en sus conferencias “mañaneras”.

Según datos del propio Instituto Nacional Electoral (INE) de 2018 al 8 de abril de 2024, el órgano electoral recibió 187 quejas contra López Obrador; mientras que, en un periodo similar durante sus mandatos, el priista Enrique Peña Nieto recibió 24 denuncias y Felipe Calderón solo 3.

Pese a lo anterior, el INE solo recomendó al presidente abstenerse de realizar manifestaciones, emitir comentarios, opiniones o señalamientos sobre temas electorales de forma positiva o negativa, y que su actuar se ajustara a los principios constitucionales de imparcialidad y neutralidad; sin embargo, el mandatario siguió realizando comentarios sobre el proceso electoral sin pena ni tapujo.

En el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) existen hasta el momento 52 sentencias de la Sala Superior que han confirmado o decretado que el presidente de la República vulneró los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad de la contienda electoral, sin embargo, estas solo han quedado en tibias medidas cautelares sin ningún tipo de sanción.

Otro de los evidentes desacatos de morena y sus aliados fue la constante violación al 134 Constitucional, que en sus tantos apartados señala que la utilización de los recursos públicos para que los servidores públicos realicen propaganda no institucional y que tenga carácter de promoción personalizada constituye una violación a la normatividad electoral…probablemente quien más violó esta norma fue la propia presidenta electa, nunca pasó nada.

Al presidente López Obrador le valió sorbete cumplir la ley, cínicamente favoreció a su partido, a sus candidatos y cuando la autoridad tibiamente levantó LA VOZ el mandatario se les fue con todo, incluso no es novedad que su objetivo es desaparecer al INE.

La realidad es que el INE quedó “atrapado” en ese actuar del presidente y el marco legal, pues sólo se atrevió a emitir medidas cautelares contra estas acciones claras de violación; asimismo el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación cayó en una perversa sumisión al no hacer cumplir el artículo 134 de la Constitución, que también refiere que ninguna autoridad deberá influir en la equidad de la contienda.

Caso curioso es que fue el propio Andrés Manuel López Obrador quien diseño, en el 2007 y 2008, la ley para prohibir que los presidentes de la República y cualquier funcionario hiciera referencia a los partidos, las elecciones y a todo el proceso electoral. Típico del macuspano.

En Casa

En Tlaxcala la cosa no fue distinta. Seguramente usted pudo constatar como el partido en el poder llevó a cabo groseros actos de campaña anticipados. Como funcionarios del gabinete de Lorena Cuéllar utilizaron sus encargos y responsabilidades para hacerse promoción personalizada descarada. La propia mandataria fue declarada culpable, en dos ocasiones, de violaciones flagrantes a la ley electoral sin que fuera siquiera reconvenida por el congreso como lo mandató el tribunal.

O el partido del Trabajo, que tapizó, especialmente el sur del estado, con espectaculares, lonas, bardas y promoción electoral de todo tipo con promoción adelantadísima y descarada de su instituto y hasta de algunos personajes que luego fueron candidatos, lo que solo le valió, hace unos días, de una muy endeble y triste amonestación por parte del tribunal electoral del estado.

Yo creo que todas estas acciones, en parte, fueron un elemento adicional del resultado del pasado 2 de junio, por años la gente solo vio los rostros y emblemas de la 4T, aderezadas con sus programas sociales y mentiras constantes. No dudo que esto haya sido un catalizador de la respuesta del electorado nacional.

Por ello es que sostengo que la actual ley electoral y las instituciones encargadas de organizar y defenderla han sido por completo superadas. Con ello no quiero decir que estoy a favor de su desaparición como apuestan el presidente y sus allegados, pero si le urge una importante renovación y análisis, algo que por lo menos en los próximos 6 años no va a suceder, es más, creo que están más cerca su extinción que de su renovación…La ley está muerta.

@olaizmau

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