Por Edgardo Cabrera

Una cacerola de aluminio, una rasuradora, cinco lociones, unos lentes con estuche, un espejo, un cuadro grande y dos pares de botas vaqueras forman parte del “gran” hallazgo encontrado en el Centro de Reinserción Social de Tlaxcala; quién más podría ser el “genio” que montó el tinglado, pues nada más y nada menos que quien encabeza la Secretaría de Seguridad.

Es un distractor ante la serie de tropiezos que ha cometido desde que llegó al frente de la Policía Estatal, recapitulemos una vez más, desde la detención de un supuesto delincuentazo que salió a los dos días libre por falta de pruebas, la maquinación del decreto bala para disparar contra la población que linche, el contingente rosa para intimidar a las mujeres el 8M, el blindaje a los inmuebles históricos y patrimoniales de la humanidad sobre la vida de las féminas, pero también ante la “aparición” cotidiana de cuerpos sin vida con signos de violencia.  

Pero también, porque tras ser hallado culpable por un jurado en Estados Unidos, los nexos de García Luna con la esposa del funcionario estatal han cobrado mayor relevancia nacional e internacional ante la exigencia de que el resto de sus compinches sean también juzgados.

Del operativo en el Cereso, para el que distrajeron de sus labores de seguridad a 60 elementos de la defensa nacional y de la guardia así como 92 policías estatales, para apoyar a los 42 custodios del penal, lograron incautar 70 artículos, y mire que entre los objetos están también, cuatro memorias USB, un reproductor mp3, audífonos y bocinas, el botín es tan ridículo, como preocupante que hubiese entrado por la puerta principal cuya responsabilidad es del señor Celaya, por ser el superior jerárquico del director del penal. 

Por cierto, de ese operativo quedó comprobada la corrupción al interior del centro, pero nadie fue removido y tampoco se le inició un proceso administrativo y penal. Y ya que estaba adentro, ¿se habrá enterado de quiénes encabezan el autogobierno?

OTRA EN BACHILLERES

Sumamente lamentable es el desprecio de la Triste Historia hacía los jóvenes bachilleres y sus padres que con esfuerzos mantienen a sus hijos en alguno de los planteles con la esperanza de la movilidad social y de que tengan un futuro mejor.

Comento lo anterior porque el Cobat se ha convertido en un lugar de castigo para los malos funcionarios, sí, en lugar de ser despedidos, por compromisos políticos los han mandado a ocupar cargos directivos, como aquel ex delegado de movilidad removido de Tlaxco por actos denunciados de corrupción, pero por ser hijo de un político funcionario cercano a la mandamás prefirieron mandarlo a administrar recursos en el plantel 1. 

Un caso más es el del ex director de transporte, también removido de la Secretaría de Movilidad, que fue impuesto como director técnico, por el hecho de ser uno de los empresarios transportistas que financiaron la campaña de Cuéllar.

Para rematar el hermano de un diputado local, lo pusieron recientemente como secretario particular de Darwin, mister William tiene el objetivo de operar y “tranquilizar” el ambiente, porque no olvidemos que el director general quiere ser candidato quien, por cierto, es la cabeza de todo el mal ejemplo y de los señalamientos de corrupción, no olvidar que enfrenta una denuncia por corrupción. 

Y mientras todo esto ocurre, Darwin se ha dedicado a perseguir a los directores de planteles que no quieren alinearse con sus negocios e intereses.