¿GABINETAZO?
9 de julio - 2021

Por Edgardo Cabrera

De cara a la conformación del gabinete de la gobernadora electa Lorena Cuéllar, como ocurre en cada renovación, empiezan a multiplicarse aquellos que aseguran que contribuyeron con “miles” de votos para el triunfo.

En tanto que los que se asumen como videntes, con el supuesto don de leer la mente de la gobernadora electa, sin cortapisas, empiezan a repartir las posiciones del gabinete, según sus propias conveniencias, en los hechos son los head hunter de nopal.

Hoy me voy a referir a los primeros, los pedinches, el martes el Congreso Agrario Permanente se aventó la puntada de demandar para ellos la Secretaría de Fomento Agropecario e imponer a su líder nacional, José Durán, como propuesta para ocupar la titularidad, argumentan que “siempre” han apoyado a López Obrador en las elecciones, y también a Lorena durante las dos contiendas por la gubernatura: ese es su mérito.

Como ellos, saldrán en los próximos días otro tanto de grupos, sindicatos, organizaciones, transportistas, comerciantes, empresarios y líderes que reclamarán posiciones, ofrecerán sus cuentas alegres y seguramente esos números terminarán hasta por triplicar el número de votos obtenidos.

Pero más alla de sus demandas y su palabrería, las cifras y los resultados son fríos, basta revisar las cifras del ITE y ver cuánto aportó cada partido, esos serán los primeros que podrán reclamar con algo tangible una dependencia. 

Lo que digan el resto de grupos de la “sociedad civil” será meramente especulación dificil de probar, más bien dependerá de los ánimos y las afinidades para encajar en el nuevo gabinete.  

ARRANQUE CON CUOTAS

Lo que será un hecho, es que el equipo con el que arranque el gobierno tendrá fecha de caducidad temprana, deberán pagarse los compromisos de campaña, quizá al año se irán los primeros, otros hasta podrán llegar a la mitad del sexenio.

Pero además de las cuotas, Lorena Cuéllar deberá contar con un equipo paralelo realmente preparado y con experiencia, dejando de lado filias políticas, de eso dependerá su éxito o fracaso.

Marco Mena le apostó al arranque a un gabinete equilibrado, una parte fue para el pago de compromisos, el otro para implementar su “nueva gobernanza”, en algunas área hubo aciertos, en otras, completos fracasos.

El ejemplo que mejor explica lo anterior fue la Secretaría de Educación Pública, el priísta se inclinó por un académico, con enorme curriculum académico, un hombre de letras, el doctor Manuel Camacho Higareda, el resultado fue un completo fracaso en la delicada parte política, las manifestaciones eran la constante, la toma por semanas de la dependencia y la soberbia para negociar puso en jaque al gobierno.

El amigo en el cargo no se pudo sostener, por más ayuda y porras que le echaron. Llegó en su lugar el experimentado y fallecido Florentino Domínguez, el “profe”, fue un hombre de buen trato, negociador y salameroso, esa era su fachada, en la práctica colmilludo, supo apagar incendios, desactivar conflictos y mantener al sector aliado con el ejecutivo.

Lorena Cuéllar no deberá perder éste y decenas de ejemplos más, incluso con los suyos, el gabinete morenista de López Obrador, que ha dado tumbos. 

Salud, educación, finanzas, economía y gobierno tendrían que estar fuera de las negociaciones y del reparto de cuotas, esas áreas deberían estar cerradas para los mejores perfiles de su equipo, si el corazón se inclina por esos nombramientos, seguramente veremos grandes fracasos, al tiempo.