Por Edgardo Cabrera

Cuando falta poco más de un mes para arrancar el proceso electoral local, y con los plazos acortándose para manifestar ante la autoridad las pretensiones para conformar coaliciones, parece que el PRI no tiene de otra, deberá apostarle a la alcaldesa capitalina Anabell Ávalos como su propuesta para la gubernatura.

En los análisis serios, que no solamente incluyen encuestas, sino el desglose de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, la priísta se encuentra por arriba del resto de los aspirantes tricolores.

Precisamente de este tipo revisiones, hace cuatro años el mejor calificado fue Marco Mena, y el tiempo les dio la razón, al llegar a la campaña sus adversarios no tuvieron mayores motivos para emprender una campaña sucia en su contra.

Si bien ahora el panorama es distinto, y el contexto que rodea al proceso electoral también, la alcaldesa capitalina parece ser la mejor carta del Revolucionario Institucional. Entre sus fortalezas se encuentra la existencia de una estructura propia, su disciplina partidaria y su incansable trabajo al hacer campañas, incluso arrastrando a sus compañeros de fórmula, como cuando compitió por la senaduría.

A su fortaleza también se agregan el cumplimiento de su palabra a aliados políticos -así lo dicen-, y el trabajo que ha venido realizando para amarrar alianzas con otros partidos, no por nada en el PRD desde el año pasado ya la veían como su candidata; en el PES también la quieren de su lado, y cada día un bloque mayor de alcaldes panistas y legisladores la ven con simpatía.

A lo anterior se suma la reciente integración del PAC y del PS a la mesa para la construcción de la mega alianza para la gubernatura, la semana pasada se integraron sus representantes y en buena parte se debe al propio cabildeo que viene tejiendo con sus líderes la alcaldesa.

Basados en la ruta crítica marcada para la construcción de la coalición, para diciembre se espera que cada partido político presente su propio candidato, y de ahí definir entre todos quién los encabece, por tanto el PRI deberá llegar con una propuesta clara y competitiva, lo mismo que el PAN que tendrá que decidirse entre Minerva Hernández y Juan Carlos Sánchez.

Aunque PS, PAC y el PRD integren sus propios candidateables, la realidad es que ninguno trae en estos momentos a alguien que figure tanto en encuestas como en la evaluación de su FODA.

REGRESA     

El domingo regresó a la toma de decisiones políticas el ex diputado federal y ex líder del PRD estatal Alejandro Martínez.

El propietario del nuevo Partido Encuentro Solidario, Hugo Éric Flores lo colocó como presidente estatal de dicho instituto, relegando al diputado José Luis Garrido, quien ya afilaba las garras para hacerse también de dicha dirigencia.

Aunque a Martínez le impusieron a María del Pilar, hermana del también líder del PEST, como secretaria general, en los hechos el margen de maniobra no será el esperado, menos conociendo al ex perredista quien sabe operar políticamente, pero también, cuando se trata de rudeza, la sabe aplicar.

Por cierto que se sabe que el partido Encuentro Solidario trae en el radar precisamente a Ávalos como su candidata a la gubernatura, por ello su interés de que la pusieran en aquella quemada encuesta robótica como su aspirante.

Sin embargo, dado que Garrido sirve a los intereses de Lorena Cuéllar y sus aspiraciones a la gubernatura, ahora también ya hay un equilibrio con dicho partido evangélico ya que a nivel nacional podrían jugársela con Anabell Ávalos de facto.