CRISIS
3 de agosto - 2020

Por Edgardo Cabrera

El viernes mientras Síntesis anunciaba que salía de circulación su edición impresa, el Sol de Tlaxcala presumía sus 65 años de vida. 

La realidad no se puede ocultar, los periódicos en papel en Tlaxcala están en crisis, su tiraje y distribución cada vez es menor, y no es un asunto privativo del estado, a nivel mundial transitan por la misma ruta ya que los lectores prefieren en su mayoría recurrir a lo digital y no pagar por informarse en un diario impreso.

Al cerrar la semana, mediante su editorial, Síntesis anunció la salida de su edición impresa, con lo que desde el sábado pasó a la historia dicho diario que vivió su momento de gloria en las elecciones del 98 y durante el sexenio de Alfonso Sánchez Anaya; se convirtió en referente por las plumas que ahí escribían y quienes estaban a cargo de la dirección, a muchos los recuerdo por ser ejemplo de periodismo.

El cuerpo directivo de Síntesis asegura que se enfocará a la edición digital donde su principal competidor, El Sol de Tlaxcala, desde hace unos años empezó a apuntalar su trabajo en la web sacrificando y dejando a segundo plano su impreso que redujo páginas y tamaño al modificar su formato al tipo tabloide.

Pareciera que la Pandemia por la Covid-19 y las elecciones del 2021 también serán el parteaguas para los pocos impresos que quedan en la entidad.

Simuladores

Cumplen dos meses de que un juez de Tlaxcala liberara, en cuestión de horas, a un sujeto acusado y detenido por la PGJE por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual. Por mote, lo identifican como “el polluelo”, y evadió la acción de la justicia por 11 años.

De ese caso, recordemos, la activista nacional Rosi Orozco alzó la voz. También la víctima lamentó la impunidad y es que a la edad de los 12 años fue sustraída de su hogar, maltratada y violentada de la forma más vil que uno pudiera imaginar.

La joven que sufrió de la explotación, ahora que es mayor de edad, se ha convertido en luchadora de este flagelo y junto a Rosi Orozco emprendieron una nueva batalla para que su agresor vuelva a ser detenido, al tiempo de proceder en contra del juez, Jiménez Casco, del que aseguran que no revisó a fondo las pruebas aportadas y, por el contrario, lo exculpó y liberó.

MOMIAS

El asunto es que de este caso, también suman dos meses en que no ha habido ningún pronunciamiento de los actores políticos del estado, tampoco de la Comisión de Igualdad de Género y contra la trata de Personas del Congreso del Estado, menos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y, por si fuera poco, de las organizaciones que supuestamente combaten la trata.

Son estos últimos quienes el jueves de la semana pasada, con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas, recobraron la voz y simplemente para refritearse los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, o bien, para hacer lo que mejor hacen, un compilado de casos que se han documentado en medios de comunicación.

Más allá de sus síntesis informativas, en los hechos las llamadas “Organizaciones de la Iniciativa Popular y el Centro Fray Julián”, poco hacen a favor de las víctimas, y parecieran solapar la actuación de jueces, ahí está el caso del polluelo, eso sí, tienen el descaro de organizar “foros virtuales” o pronunciamientos, ahí destinan los fondos que reciben para operar.  

De los actores políticos, ni hablar, también callan, parece que valen más sus compromisos personales que el bienestar de una víctima o la acción de la justicia.

Sobre el caso que nos ocupa, solamente el procurador General de Justical, José Antonio Aquiahuatl expresó su descuerdo y ordenó promover las acciones legales correspondientes para apelar la determinación del juez, asegura que el caso está debidamente soportado. 

También el presidente del TSJE, Fernando Bernal habló y dijo que será el Consejo de la Judicatura la que investigue al juez (previa queja), mientras que en la Sala Penal deberán resolver la resolución apelada por la PGJE.

Por lo pronto, el acusado difícilmente será aprehendido en lo inmediato, tras dos meses de gozar de libertad, seguramente puso pies en polvoroza. Igual y pasarán otros 11 años para volver a detenerlo.