Por Edgardo Cabrera

Desde hace un par de semana arribó al estado la “Fuerza Mexiquense”, comandados por viejos lobos de mar que han trabajado en elecciones locales en Tlaxcala para el PRI.

Si bien no están de planta, sí se han hecho presentes algunos personajes como Manuel Cavazos y Mario Armando Mendoza, también se le ha visto al senador Eruviel Ávila, su primer objetivo era conciliar con los grupos, entre ellos marianistas “descarriados” que, como nadie los pela dentro del tricolor, andan tejiendo sus propias redes de superviviencia.

Hablamos de Ernesto Ordóñez, José Luis González Samiento, Ernesto Garcia Sarmiento, Uriel Centeno, entre otros, a quienes incluso se les ha visto públicamente pactando con algunos personajes panistas. 

No solo se tratan de reuniones de café, la intención de la fuerza mexiquense es afinar la mejor estrategia para no perder capital político y afianzar alianzas ganadoras con perfiles ganadores. Hace cuatro años, mucho tuvieron que ver en el triunfo de Marco Mena, ahora las condiciones son distintas, ya veremos si tienen resultados favorables.

DUDAS

Parece que en el PRD se están cansando de esperar, y es que las dudas de la alcaldesa capitalina Anabell Ávalos para empujar una gran alianza los empieza a agotar, de ahí que ya están en la búsqueda de un plan B que incluya otro candidato externo.

Desde septiembre del año pasado el Sol Azteca se abrió de capa completa a favor de la priísta, sin reparos, el dirigente estatal, Juan Manuel Cambrón, e incluso el líder nacional Ángel Ávila, le dieron por adelantado la candidatura a la gubernatura.

No hubo margen de interpretación a sus palabras, a pregunta directa el propio dirigente nacional perredista me enfatizó en una entrevista que su partido tenía considerada a Ávalos como su candidata para el 2021.  

De ese mes en adelante el galanteo no paró, la priísta fue la invitada de honor y presumida en cuanto acto partidista tuvieron.

Recordemos aquella convención de RJ Tlaxcala de noviembre cuando su líder, Santiago Sesín, logró reunir a distintos actores políticos en un acto que pareció el destape anticipado de una coalición amplia opositora, incluso, fue interpretado ese encuentro como la colocación de la alfombra roja para que la alcaldesa saliera triunfal frente a liderazgos de varios partidos, entre ellos del PT, que mediante Silvano Garay, también la llegaron a considerar como una ficha de su ajedrez.  

El asunto es que los amarillos no parecen ser correspondidos, y conforme se acorta el plazo de definiciones, hablamos de 333 días para la elección del 6 de junio, su margen de maniobra se reduce.

De ahí que les cayera como anillo al dedo la declaración del líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, quien la semana pasada hizo público que tiene acercamientos con el PRD para construir una alianza rumbo al 2021, incluso le echó flores al presidente nacional del Sol Azteca.

Bajo este escenario, en Tlaxcala los perredistas ya traerían propuesta, simplente abría que ver si los tricolores dan su brazo a torcer porque también es cierto que tanto “Alito” como el gobernador Marco Mena traen sus propias propuestas, el primero apoya a Noé Rodríguez, y pareciera que el menismo se inclinaría con Florentino Domínguez, el mejor posicionado en sus encuestas. 

De ahí la necesidad del plan B del PRD, en caso de que su candidata no salga favorecida dentro del tricolor.