20 de noviembre - 2019
Por Edgardo Cabrera
Un doble juego realizan algunos en Morena, como la diputada Jaramillo, y servidores de la nación al servicio del lorenismo, como Oscar Luna, quienes andan muy activos tratando de integrar un partido político más denominado “Frente por la Cuarta Transformación”.
El fin de semana realizaron una asamblea constitutiva en el distrito II que, además de desolada, ya que apenas lograron reunir el quórum, generó enconos entre los escasos simpatizantes que lograron sumar.
Pretendieron integrar a personajes afines del PRI, PAN, PRD, PT,NUEVA ALIANZA y PEST, no obstante la obstinación por hacer de dicha organización un apéndice de Morena llevó al traste los acuerdos ya que los dos delegados son personajes identificados con el partido en el gobierno federal, lo que derivó en inconformidades, de entrada, de los 300 asistentes poco más de 70 acordaron ya no apoyarlos.
Pero lo que aún más llama la atención, es el descaro con el que se conducen algunos personajes como Andrés Toribio, persona identificada con la diputada Jaramillo, quien formó parte de la coordinación de la asamblea del distrito II el domingo, pero que semanas atrás fue de los lorenistas que llegaron a la asamblea de Morena en el distrito II a intentar boicotearla.
Recordemos que precisamente son ellos quienes impulsan a Vicente Ponce, el constructor favorecido con el fondo moche de la legisladora, que pretende ser alcalde en San Pablo del Monte.
PENOSO
Valiente representante tienen los del Centro Empresarial de Tlaxcala, y es que resulta que la semana pasada su presidente, José Noé Altamirano Islas, se pronunció en contra de la llamada Ley Bonilla que permitirá al Gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, la ampliación de su mandato de dos a cinco años.
Muchos se han pronunciado al respecto, principalmente las dirigencias partidistas y organizaciones civiles y empresariales nacionales, además de la clase política de la entidad que gobierna Bonilla, de ahí que lo que diga o deje de decir Altamirano Islas resulta francamente irrelevante.
Pero eso no es todo, preocupa que este representante de una agrupación (que no congrega a todos, ni a los más representativos empresarios que generan empleos e invierten dinero) le ocupe más lo que ocurre en Baja California que lo que pasa en Tlaxcala en materia legislativa.
Basta revisar lo sucedido recientemente en el Congreso de Tlaxcala para corroborar que Altamirano trata de ser candil de la calle pero oscuridad de su casa, ya que del opaco y turbio proceso para elegir a un nuevo comisionado de Transparencia no dijo nada, tampoco de la omisión en la que se encuentran los diputados para determinar la ratificación o no del magistrado Elías Cortés, recordemos que el plazo ya se les venció.
Tampoco le ha interesado al CET-Coparmex el desaseo de los “fondos moches”, no han hablado en torno al presupuesto estatal, menos les importó el palomeo de cuentas públicas con graves deficiencias, los insultos en Tribuna, las manifestaciones campesinas, en fin, la lista es larga, eso sí, para don José Noé le preocupa más la manera cómo se legisla en Baja California… pues que se vaya para allá a vivir.