Por Edgardo Cabrera

Como ya lo habíamos anticipado en este espacio, las universidades para el Bienestar “Benito Juárez” operan de manera irregular al carecer de un espacio digno, en tanto que los estudios de los primeros alumnos fueron puestos en duda.

Según un análisis realizado por la senadora panista por Tlaxcala Minerva Hernández Ramos, advirtió que poco más de 39 mil alumnos del país, y 184 para el caso de Tlaxcala, cursan en un lugar inapropiado y a la fecha las instituciones carecen de registro de validez oficial.

Aunque estaba la promesa de construir dos instituciones en Tlaxcala, una en Cuapiaxtla y la otra en Xaltocan, a la fecha ninguna ha sido edificada y se ignora de dónde están saliendo los recursos para los gastos que se generan, entre ellas el pago de los docentes, ya que según Hernández Ramos, en la Secretaría de Hacienda no existe reporte de alguna erogación para tal fin.

Ante la falta de planeación y la improvisación por parte del gobierno federal, los alumnos reciben clases en una accesoria de Cuapiaxtla, mientras que los de Xaltocan se quedaron con las ganas de ser la sede (al menos en esta primera etapa) ya que la institución fue dirigida al kiosko digital de Yauhquemehcan.

Hablamos, por tanto, de universidades patito y parece que tendrán el mismo fin de la creada hace 18 años en la Ciudad de México cuando Andrés Manuel López Obrador encabeza ese gobierno.

Según la evaluación nacional la Autónoma de la CdMX están entre las peores instituciones públicas del país, y de acuerdo con una solicitud de información realizada por Reporte Índigo la UACM es una de las más caras, presupuestalmente hablando, y con el menor número de egresados.

La carrera de Ciencia Política y Administración Urbana es la que tiene mayor número de alumnos y, según su estadística, solamente 3.2 de cada cien logran titularse. En una década, lograron egresar apenas 2 mil 921 estudiantes de las 19 carreras que imparten.

En cuanto al ranking nacional de instituciones del nivel superior, en 2019 la UNAM ocupa el primer lugar, en tanto la Autónoma de la Ciudad de México hasta el 31.

¿Y EL MAGISTRADO?

De nuevo llama la atención la parálisis que presenta la comisión especial encargada de analizar la ratificación del magistrado Elías Cortés Roa.

A un mes de que se les venciera el plazo establecido por la Constitución Política, la priísta Zonia Montiel no ha emitido el más mínimo pronunciamiento sobre el proceso, pareciera que más bien está preocupada en cómo justificará la ratificación del juzgador.

Si bien hay quejas por el desempeño de Cortés Roa, la más reciente formulada por la síndico de Teolocholco, los dolores de cabeza de sus “asesores” radica en la forma cómo serán desechadas esas inconformidades para cumplir con el objetivo de la legisladora de mantenerlo en el puesto.

Claramente estamos ante un procedimiento iniciado al vapor, sin embargo no pueden hacer sobre las rodillas el dictamen que será presentado ante el Pleno considerando que los magistrados llevan récord en cuanto a los reveses propinados a los diputados que han tratado de removerlos, uno de esos emblemáticos casos es el de Fernando Bernal Salazar.

También es la hora que aún no definen qué harán con el caso del consejero de la judicatura Álvaro García Moreno, representante del Congreso ante dicho ente de gobierno interno, de quien también en este mes deben acordar e iniciar el procedimiento correspondiente.

A este consejero se le vence el plazo en marzo, y nadie en el Congreso aún sabe qué harán y a quién designarán como su nuevo representante ante la Judicatura.