Por Edgardo Cabrera 

Aunque tratan de expiar sus culpas, lo cierto es que en el Congresosiguen haciendo mal las cosas, su soberbiaes tal que no se dejan ayudar, amén de que los secretarios técnicos (plagados de compadres, amigos y hasta amantes), el jurídico, el área de estudios legislativos y hasta el parlamentario son un fiasco.

De nueva cuenta otra de sus reformas fue devuelta por el Ejecutivoal encontrar una serie de inconsistencias legales que ponen en riesgo la aplicación de la Ley de Ecologíapara prohibir el uso de desechables, popotes y otros artículos elaborados con plástico o unicel.

El fin del decreto no es el problema, sino más bien el fondoya que dejaron abiertas las puertas para que les interpongan amparos y se los ganen, pareciera plan con maña.

Por medio de su área de comunicación (la que por cierto sigue operando al margen de la ley) emitieron un comunicado mediante el cual tratan de justificar sus pifias bajo el argumento de que en el ejecutivo no existe “voluntad” para tratar el tema ambiental, y todo lo resumen en un asunto de “capricho”.

En ese malhecho boletín, se remiten a una serie de principios federales para justificar la protección del medio ambiente, sin embargo no entran al fondo de las observaciones que les hicieron.

El comunicado habla más de las fobias del redactor y de las filias de sus autores, que de la importancia de establecer condiciones de entendimiento para el debate de altura, fundado y responsable.

Los diputados, particularmente los que comulgan con la Cuarta Transformación, no pueden sentir que se trata de una victoria a favor de los derechos de las mayorías cuando en realidad se trata de la aprobación de una enmienda que acota las libertades ciudadanas. 

Lo que se detectó son deficiencias en materia de técnica legislativa y si el Ejecutivo fuera omiso ante tal situación, sería corresponsable de los efectos nocivos a la legalidad y el estado de derecho.

HISTORIA DE ERRORES

La realidad es que es poco creíble la defensa de los levantadedos, recordemos que en todas las observaciones que ha realizado el Ejecutivo a sus decretos ha tenido razón, tan es así que los han corregido o de plano metido a la congeladora como el mamotreto ese de la ley de austeridad realizada sobre las rodillas y sin esperar la reforma federal que ordenó el presidente AMLO.

El presupuesto de egresos 2019 es otro caso más del cual seguimos pagando las consecuencias, se negaron a realizar una revisión a profundidad para corregir sus idioteces y simplemente aplicaron unos cuentos parches.

Aunque tuvieron una nueva oportunidad de resarcir sus errores, la Comisión de Finanzas y Fiscalizaciónno se percató (o no quiso ver) de la inconstitucionalidad que mando Cid Copión al presupuestar un sueldo de más de 80 mil pesos a los consejeros consultivos honoríficos de la CEDH. 

Tampoco se dieron cuenta del excesivo incremento a los sueldos del presidente, magistrados, consejeros y demás funcionarios del TSJE, que es considerado por el propio titular del poder Judicial, Héctor Maldonado, como un error que se han negado a corregir los levantadedos.

Y ya no hablemos de la lista de obras y acciones que se etiquetaron por más de 400 millones de pesos donde aparecen presupuestadas obras inexistentes, tampoco hay una lista transparente de beneficiarios y menos reglas de operación claras.

De ahí que resulta poco creíble que ahora traten de hacerse los sufridos y decirse víctimas del gobernador Marco Menacuando en los hechos sus pifias los han colocado a nivel nacional como la legislatura estatal con más decretos regresados o vetados por el ejecutivo ante probadas y sustentadas inconsistencias detectadas.