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6 de septiembre - 2018

Por Edgardo Cabrera

La designación formal de un “enlace legislativo” por parte del gobernador Marco Mena, evidenció la necesidad de una persona de confianza y capaz para establecer contacto directo y permanente entre el Ejecutivo y los diputados para sacar adelante los temas de intereses para el estado.

Quizá para muchos no guste la designación de Arnulfo Arévalo, pero en los hechos es claro que el ex diputado es de todas las confianzas del mandatario estatal, tan es así que desde que concluyó el proceso electoral lo impuso como coordinador de la bancada del PRI para concluir los dos meses que les restaban de funciones.

Bajo su batuta, se sacaron todos los pendientes y temas de intereses que traía el gobernador, desde el nombramiento de los magistrados de justicia administrativa, pasando por la designación de procurador, miembros del consejo ciudadano del sistema anti corrupción y contralor del ITE, hasta el paquete de iniciativas para endurecer el sistema penal a favor de las mujeres y los policías.

Ahora, recién estrenado como enlace, operó para sostener el primer encuentro entre una comisión de la nueva legislatura y el mandatario Marco Mena donde fue establecido el compromiso para trabajar de manera conjunta.

En las próximas semanas vendrá la prueba de fuego para Arévalo cuando el ejecutivo mande el paquete presupuestal del año 2019, así como su segundo informe de gobierno, ya que de una operación política exitosa dependerá que los diputados morenistas no le metan demasiada tijera al presupuesto y no se conviertan en cenas de negros las posibles comparecencias de funcionarios por el balance anual.

Diputada X

A colación del flamante enlace legislativo del ejecutivo, es claro que le quedó muy grande la curul a la única diputada que tiene el tricolor en el congreso local.

Tan es así que no existe confianza ni en el Ejecutivo ni en su partido para que asuma el control político de las negociaciones y menos para que se convierta en portavoz de Marco Mena al interior de esa Soberanía.

Y cómo no dudar de Zonia Montiel Candaneda si desde el día de su toma de protesta ni ella se creía la noticia de que la Sala Superior del TEPJF le había regresado la diputación que le fue despojada por la Sala Regional y entregada por algunas cuantas horas al PAC.

Tal parece que el susto aún no se le pasa y tampoco le cabe en su cabeza que forma parte de la chiquillada por lo que realmente debe ponerse a trabajar en el cabildeo con el resto de las fracciones parlamentarias y partidos.

Tan patético es su caso que, sabemos, la mayoría morenista le quiere dejar una comisión de “asuntos sin importancia”, además de no tomarla en consideración para el reparto del pastel que significan las áreas técnica y administrativas.

Ahora entendemos de la urgencia de nombrar a alguien con tablas y de confianza para interceder por el Ejecutivo ante el Congreso.

¿Traidor?

Sorprendentes resultaron las declaraciones del dirigente estatal de Morena, Joel Molina Ramírez, quien lamentó que el diputado federal José de la Luz Sosa Salinas haya abandonado el pejepartido y se convirtiera al partido confesionario Encuentro Social.

La decisión provocó que fuera tildado de traidor y malagradecido, al tiempo de reconocer que el caso de José de la Luz es ejemplo del “pago que recibió Morena como una consecuencia por recibir cascajo de otros institutos políticos”.

Efectivamente, en los hechos los pejistas tienen lo que merecen al recibir a chaqueteros, traidores y lobos con piel de oveja que llegaron al rebaño “sagrado” manifestando su supuesto deseo por ser purificados por el santo manto del tabasqueño.

A la traición del diputado federal del distrito I se suma el de la flamante legisladora por Tlaxco,  Michaelle Brito quien se sumó al PT. Veremos cuántos más van desertando para perseguir sus propios intereses.