¡Canta y No llores… Cielito Lindo, ganamos otro!
23 de junio - 2018

Por Mauricio Hernández Olaiz

La selección mexicana consiguió su segunda victoria en la copa del mundo de Rusia 2018, luego de derrotar al conjunto de Corea del Sur con pizarra final de dos goles a uno.

Fue un partido como se esperaba, con una tozuda resistencia coreana en el fondo y dejando la iniciativa ofensiva al once mexicano, situación que les permitió darnos un par de sustos en el primer tiempo.

Pero México siempre fue mejor, poco a poco fue encontrando los espacios y la habilidad técnica de los jugadores mexicanos abría cada vez más, los senderos bloqueados por la armada coreana que tuvo que recurrir a las faltas constantes, como pegan los coreanos, por momento asemejaban más a un seleccionado de Tae Kwon Do.

Pero los años de experiencia en varios mundiales poco le han dejado a la escuadra asiática, siguen siendo muy rápidos, extremadamente disciplinados, pero no tienen la chispa, la intuición, la “cancha”, por momentos son rústicos, demasiado permisibles y evidentes, lo que le permitió a México poner el ritmo que le convenía y comenzar a ser más peligroso en la meta del arquero con rostro de niño(a) Jo Hyeon-Woo.

Al 24′, Guardado acepta la invitación de rebase de Chicharito, penetra al área por izquierda, su centro cobraba altura y encuentra la mano derecha de Jang. Penalti ordena el árbitro de la final de la champions league Mazic.

Vela se cuelga la medalla de su notable actuación de lucha, pausa y encuentro. El cobro es arriba, por el centro, silencioso, flotadito, furtivo, envenenado, mientras el arquero Jo se sumerge en el vacío. 1-0. La ventaja pone a una tribuna de más de 30 mil gargantas, que hoy a dios gracias enmudecieron el puto, al sonoro cántico de “ya lo ves, y ya lo ves, somos locales otra vez».

Corea intenta modificar su esquema, empieza a adelantar líneas, busca un rápido empate, pero el primer contragolpe furibundo de México, con disparo de Layún que se va apenas encima del travesaño de Woo los hace recular, retoman su parado defensivo.

Nos vamos al descanso.

Para la segunda mitad el baile lo impone el cuadro mexicano, se juega a su ritmo, a su candor, a su tiempo, ante una Corea, por momentos displicente y por momentos bronca, las patadas sobre los habilidosos aztecas se mantienen, México tiene algunas opciones, pero no demasiado peligrosas, Ochoa vive el sueño de un espectador más pegado a sus tres postes.

Pero poco a poco México le baja una poco las revoluciones, de darle pausa al partido para contener a los rapidísimos Coreanos, acaba jugando en cámara lenta y se empieza meter en algunos problemas, Los guerreros Taeguk la emprenden contra la meta de Paco Memo sin tampoco ponerlo en demasiados aprietos.

Pero México ya le había advertido al rival que si quería ser ofensivo se podía llevar una sorpresa, y se la llevó, un rápido contragolpe de México, el balón a los pies del habilidoso HH, que hasta entonces poco había aparecido por la férrea marca personal coreana, le pone un gran servicio a l”Chucky” quien avanza con balón dominado varios metros, a su izquierda “chicharito, a la derecha  Carlos Vela, pero Lozano decide dársela a Javier, quien le hace un recorte monumental sobre Jang, solo frente a Woo pone su disparo, pero Hernández no hace buen contacto, solo cachetea a un brincón Telstar 18, pero corre con suerte de que el arquero coreano se vence un poco antes y apenas pasa por un lado para colarse al fondo para el dos a cero.

Juan Carlos Osorio decide cerrar el partido y dar descanso a algunos de sus jugadores, con Suecia apenas a unas horas de verles la cara en Ekaterimburgo. Ingresan Rafa Márquez – que nos dio un susto de muerte – “Tecatito” Corona y Giovanii – pacto con el diablo – dos Santos, en relevo de Guardado, Chucky Lozano y Carlos Vela,  y el equipo sufre para mantener el orden.

Apenas hechos los cambios Ochoa sale con Rafa y este se la devuelve a su arquero pero con poca fuerza y se las roba Hwang Hee-Chan, solo frente a Paco Memo se rehace el capitán y estorba el disparo…UFFFFFF por nada y el gol Coreano, que en realidad llegaría ya en la agonía del encuentro.

Ya con más espacio, metros, perfil, y tiempos, Son – que es un jugadorazo – saca de pierna izquierda un potente disparo al ángulo derecho de Ochoa, imposible para nadie, golazo Coreano, golazo de su mejor hombre, pero ya de muy poco sirvió.

Del grito de “Fuera Osorio, fuera Osorio», este sábado en la Arena Rostov agregaron una plegaria de contrición a su repertorio: «Eeeel Profe Osooooorio, eeeel Profe Osooooorio», pero el técnico Colombiano es rencoroso y no agradece el reconocimiento de la tribuna.

Resta Suecia, el pase a octavos de final ya en la bolsa, y muchos de nosotros a tragarnos nuestras palabras….con una cheve no se atragantan tanto.