Oferta y Demanda…
6 de noviembre - 2017

Por David Pérez Toriz

En determinados meses del año y temporadas muy acentuadas, el alza de los precios en los productos se da en un 25 hasta 50 por ciento para los consumidores y en una fecha que acabamos de pasar es ejemplo claro, Todos Santos, o día de muertos, desencadena una serie de compras, sobre todo gastos que para muchos se convierte en una obligatoriedad y no una necesidad a fin de mantener las costumbres, tradiciones y creencias de cada pueblo, región y de modo particular cada individuo.

En forma generalizada, la demanda supera la oferta, ante ello la necesidad de un producto o servicio brilla con su presencia, tan solo en el ámbito educativo desde nivel preescolar, primaria e incluso secundaria y preparatoria se les pide que en un día especifico asistan vestidos con un disfraz en la cultura mexicana de catrinas o alguna vestimenta parecida, por lo tanto más de 377 mil alumnos de todos los niveles en Tlaxcala lo hacen.

Otra de las grandes demandas es la compra de distintos productos para la elaboración de las hojaldras, así como la composición de las ofrendas donde se colocan dulces de calaveritas, fruta de temporada, adornos etc. Es notorio y tangible para la sociedad en general que satisfacer una necesidad supera la oferta reflejado directamente en el bolsillo, cartera o economía de las personas, tan solo por ponerle nombre y apellido algunas cosas por que la lista es numerosa, de un día para otro, el precio del huevo tuvo repunte, al igual que el jitomate, la guayaba, la flor de muerto, e incluso los productos cárnicos como el pollo su precio se fue a la alza, de manera que las costumbres, tradiciones y creencias tienen su precio.

A pesar de los pronunciamientos de instituciones como la Procuraduría Federal del Consumidor en Tlaxcala en distintas ocasiones ha anunciado en sancionar a quienes comentan excesos ante la necesidad de los productos y servicios, mientras no exista una denuncia no pasa nada, para muchos comerciantes, la variedad, cantidad y calidad fija el precio, el cual contrasta de un negocio a otro, en cambio para el comprador se convierte en la exageración.

En consecuencia, noviembre es el preámbulo al mes de diciembre donde los gastos monetarios en eventos, sociales, familiares, y religiosos se tornan mayores iniciando con los festejos guadalupanos, seguido de las posadas, convivíos de fin de año, regalos, la navidad y la espera del año nuevo.