Mañana de calma y reflexión para los tlaxcaltecas tras un caótico martes

Por Alfredo González

Este miércoles las calles de la capital lucieron una tensa calma al transcurrir las primeras horas posteriores a uno de los sismos más devastadores y alarmantes en la historia del estado y el país, el cual cobró la vida de al menos 145 personas en los estados de Puebla, Morelos, Estado de México y la Ciudad de México, y que en la entidad dejó severos daños en algunos edificios y un recuerdo en la memoria de su gente.

Las calles del centro histórico mostraban acordonamientos de seguridad ante los daños sufridos en la parroquia de San José, la cual registró daños importantes en su cúpula y algunas bóvedas, al tiempo que en la plancha del zócalo capitalino, la bandera de México era izada a media asta en memoria de las victimas mortales del movimiento sísmico que volvió a marcar al 19 de septiembre como una fecha trágica.

Sin embargo, aún con diversas precauciones asumidas por las autoridades estatales, quienes suspendieron las labores en todas las escuelas de la entidad, así como la evacuación del Hospital General de la capital por algunas afectaciones, las labores cotidianas tomaron su curso habitual, en medio de la zozobra y reserva de los ciudadanos ante unas muy poco probables réplicas del sismo.

Es de importancia el destacar que pese a la magnitud y fuerza del movimiento telúrico que se registró a las 13:14 horas del martes, en Tlaxcala solo se registraron daños materiales, así como dos personas con lesiones leves, dejando un saldo blanco que contrasta con las decenas de víctimas y centenares de heridos que de manera lamentable se contabilizan en los estados que rodean la tierra de la Matlalcueyetl.

Por otro lado el gobierno del estado, a través del gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, además de expresar su solidaridad con los estados afectados, ha comenzado a recibir a heridos y pacientes de otras entidades para su debida atención ante la imposibilidad de estados como Puebla de brindar los cuidados necesarios, sumado a diversos centros de acopio y envíos de ayuda que instituciones, organizaciones y la sociedad civil han implementado de manera urgente para apoyar a las victimas.