Los derechos de las niñas y los niños
20 de junio - 2016

Ángeles Mendoza ODH

Por Ángeles Mendoza Arteaga

Hoy en día, además del abuso contra la mujer, es muy común el abuso de las madres, padres, familia, maestros y demás personas que los rodean, hacia los niños; quienes son mucho más vulnerables que las mujeres, ya que por su condición y edad son indefensos ante sus agresores, pocas veces tiene el valor de hablar para que sean defendidos por otros adultos, sobre todo si los principales abusos hacia ellos son generados por los padres.

Por ello, es de suma importancia el conocimiento de los derechos de los infantes y el respeto a los mismos. En lo que se refiere a estos derechos son: a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Los ascendientes, tutores y custodios tienen el deber de preservar estos derechos.

El Estado proveerá lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de sus derechos, así como otorgar las facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez.

Considerando los cuatro principios fundamentales de la Convención son: la no discriminación, el interés superior del niño, el derecho a la vida, supervivencia y el desarrollo, el respeto por los puntos de vista del niño, el derecho a la participación, a la libertad de expresarse, libertad de reunirse pacíficamente con otros niños, niñas y adolescentes, tener información, participar en actividades culturales, derecho a un nombre y una nacionalidad, a tener una familia que los quiera y proteja, recibir educación de calidad, jugar, atención médica, comida, vivienda, a la protección contra el abuso, el descuido, a la explotación sexual, a la explotación laboral, la explotación en actividades delictivas (delitos), a no ser separados de sus padres, a no ser trasladados ilícitamente al extranjero.

No se deben perder de vista especialmente los derechos de niñas, niños y adolescentes con discapacidad, entre los cuales están vivir en un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado, la educación, el descanso, la libertad de pensamiento.

Tomar conciencia de estos derechos de los niños, niñas y adolescentes, para hacerlos respetar, sensibilizar a los adultos que los vulneran, ya que con estas acciones se está construyendo futuros lamentables para ellos, sin seguridad, sin autoestima, depresivos, agresivos, desinteresados en su desarrollo humano, social y económico.

Lamentablemente, en esta generación de padres del siglo XXI, los descuidos hacia los niños por la falta de tiempo para con su educación, atención y apoyo en las actividades propias de su edad, ha ido en decadencia, dando pie al abandono y la falta de interés en lo que necesitan; sin embargo, es común en los adultos la intolerancia hacia sus hijos, desde que son recién nacidos hasta la edad en que tienen conciencia del maltrato del que son sujetos por sus propios padres, el estrés, las preocupaciones, las carencias en todos los aspectos de su vida, orillan cada día a no tener la paciencia y la comprensión por las necesidades de los niños y las niñas, por lo que se va generando violencia y la falta de amor hacia sus hijos.

Es de suma importancia recordar que los derechos tienen implícitas las obligaciones y responsabilidades, algunas de ellas son: respetar a la nación, comer cosas sanas que les ayuden a crecer fuertes, asistir a la escuela y hacer las tareas, ayudar en la casa en tareas que correspondan a su edad y que no pongan en peligro su salud, respetar a los demás, cuidar su cuerpo y mente, valorar y respetar a su familia, cuidar el medio ambiente, así como poner la basura en su lugar, cuidar las plantas y animales.