Supersticiones o fe
21 de diciembre - 2015

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Pbro. Ranulfo Rojas Bretón

¿Es usted de los que tienen prácticas de las que aconsejan en los distintos medios de comunicación, en las redes sociales, en las charlas de café o en los mismos comentarios familiares? ¿Qué prácticas o ritos o cábalas con motivo de este fin de año realizará?

Hay muchos que unidos a la idea de la cromoterapia piensan que con ponerse ropa interior (calzones, brasieres) roja, podrán tener mucho amor, o quienes piensan que poniéndose ropa interior amarilla tendrán mucho dinero. Los hay que, conservando sus prácticas católicas de llevar doce veladoras a bendecir para ser encendida en el altar del hogar cada día primero de mes y encomendarse a la Divina Providencia, han incorporado veladoras de colores e incluso de una variedad de aromas y les han asociado diferentes finalidades y propiedades; también hay quienes, al llegar las doce de la noche del final del año, acompañan las campanadas de los últimos doce segundos comiendo doce uvas; quienes sacan maletas; quienes avientan por la ventana objetos viejos; quienes derraman sal; quienes queman la representación de un anciano; quienes barren la casa o dan vueltas a la cuadra, en fin, muchas y muy variadas prácticas con las que se quiere alejar la mala fortuna y acercar la suerte, las buenas vibras, etc.

A lo largo de la historia de la humanidad siempre se ha creído en muchas cosas y se les ha dado fe. Tal vez hayan pasado algunos fenómenos coincidentes y a ellos se deba esas prácticas, lo cierto es que cada región, cada zona, tiene sus prácticas muy propias y que hoy con la globalización que vivimos es fácil conocer e incluso adquirir.

Las supersticiones siempre han existido e incluso son variadas según el tipo de cultura que se tenga, porque hay supersticiones de clase alta, media y baja; hay de distintos ámbitos de la vida social como en el deporte, en el espectáculo, en los toros, en todo.

Un tiempo hubo pensadores que afirmaban que las supersticiones son propias de la ignorancia y que llegado el momento de la ilustración se acabarían dichas prácticas, lo cierto es que ha habido más formación y más información y las supersticiones permanecen y abundan.

Hay supersticiones que son relativamente inofensivas, hay otras que no solo ofenden el sentido común sino hasta la inteligencia porque no tienen un mínimo de lógica y su práctica desdice el auténtico concepto de fe.

Toda fe debe tener un fundamento de razón y si no la tiene pues debe ser medida así como una simple práctica que nada tiene que ver ni con la fe ni con la religión por más que parezca ligada a ella.

Además se debe tener cuidado para que la superstición no genere fanatismo porque hay mucha gente que por fanatismo puede llegar a odiar y hasta a matar. Hay fanáticos que matan en nombre de su religión, en nombre de su convicción política y hasta deportiva.

Las supersticiones si bien están presentes en los ámbitos de la sociedad no corresponden a la verdadera religión, deporte o política y quienes las practican aun cuando parezca que forma parte de ese ámbito deben ser sensatos y convencerse de que se trata de una mera superstición.

Y es que en verdad, es imposible dar razones de que poniéndose un calzón amarillo se tendrá dinero así sin trabajar, solo por la llamada suerte, lo mismo se trata del color rojo, alguien sería muy iluso si piensa que un calzón o brasier rojo le dará amor, si no cultiva amistades, si no cuida sus relaciones, si no trata bien a su familia, a su pareja, a sus hijos, a sus amigos, obvio, jamás tendrá amor, por más calzones que se encime.

La auténtica religión tiene que purificarse de supersticiones y ser más racional, la fe se da cuando se comprobó que hay razones para creer. San Pedro es muy claro al escribir: “Debes estar dispuesto a dar razones de tu esperanza a quien te la pida” o sea debes saber lo que haces y por qué lo haces.

Diferentes son los deseos y las bendiciones porque esos sí son impulsos del corazón en beneficios de los demás, por eso desear feliz navidad y feliz año a la gente es un buen sentimiento y una oración elevada a Dios para que como Padre providente nos dé lo necesario para vivir y vivir felices. Así que mis mejores deseos para todos y que Dios les bendiga en esta navidad y en el año 2016 que nos concederá.