Ante la imparable caída de su imperio, Guadalupe y su esposo Pedro alistan la integración de un nuevo sindicato de burócratas, pero antes deberán enfrentar la justicia. Tlaxcala podría convertirse en ejemplo nacional si el Congreso aprueba la reducción de diputados que proponen el Ejecutivo, PRI y PAN, aunque en distinta proporción

Por Edgardo Cabrera

Ante la imparable caída de su imperio, Guadalupe Rodríguez y su esposo Pedro Erazo alistan la integración de un nuevo sindicato de burócratas.

Aunque públicamente desconocen la expulsión de la ex dirigente sindical del 7 de mayo, en los hechos la camarilla sabe bien que el acuerdo de la aplastante mayoría de la asamblea del pasado 14 de agosto difícilmente lo podrán revertir.

Por el contrario, sus seguidores cada día disminuyen y se adhieren a Edgar Tlapale, el secretario general reconocido legalmente con la toma de nota y ratificado tácitamente en esa misma asamblea de hace dos semanas.

Junto con la otra veintena de sus incondicionales también expulsados –y a quienes Guadalupe y Pedro habían impuesto en el Comité de la dirigencia sindical- andan apresurados tratando de conformar una nueva agrupación que les permita seguir lucrando política y económicamente.

Nada más que en eso de la integración de un nuevo sindicato varios disidentes del 7 de mayo, inconformes con el control que tenían los Erazo-Rodríguez, les llevan ventaja.

Recordemos que en marzo de este año “Liberación 4 de octubre”, que encabeza María Felipa Flores Xochitotol, obtuvo su toma de nota y trabajan para hacer una coalición con otra agrupación de burócratas, el 20 de noviembre.

En contraparte los ex mandamás sindicales podrían toparse con pared en su nuevo proyecto ya que antes de iniciar los trámites deberán atender dos asuntos prioritarios:

1) la defensa en el proceso penal que enfrentan y del cual existen al menos tres órdenes de aprehensión contra Guadalupe y dos de sus hijos

2) así como acreditar asistencias a sus centros de trabajo adscritos, ya que están a un paso de ser despedidos por no presentarse a laborar.

Menos pluris

Tlaxcala podría convertirse en ejemplo nacional si el Congreso local aprueba la reducción de diputados que fue planteada por el Ejecutivo estatal y respaldada por la bancada tricolor.

El PAN no ve mal la disminución de curules, aunque a diferencia del tricolor y el Ejecutivo, proponen que sólo desaparezcan cinco espacios, el planteamiento de la parte oficial es de 11 menos.

Una cifra intermedia podía ser la solución para alcanzar acuerdos y avanzar en la modernización del poder Legislativo. Actualmente los 32 significan una sobre representación, considerando el número de población y comparándolo con otras entidades.

Ya vimos por décadas que más diputados en Tlaxcala no se traduce en mejores resultados, ni en mejor gestión, ó adecuada fiscalización.

La consulta nacional planteada por el PRI sólo ratificará múltiples estudios de opinión que reflejan el hartazgo de la población por un gran número de legisladores federales, tanto de mayoría como plurinominales.

En el plano estatal podría ser en septiembre cuando salga la primera parte de la reforma electoral y hasta fin de año desahogar la totalidad de las leyes secundarias.

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