Por José Luis Ahuactzin

El secretario de Seguridad Ciudadana Alberto Perea Marrufo, fue señalado de ser él  quien comenzó la provocación y agresión contra una sindicalizada del ‘7 de Mayo’, que se manifestaba sobre el Boulevard Guillermo Valle, en la capital del estado; lo que desencadenó el zafarrancho.

Perea Marrufo, se observa en una video grabación, como empujó por la espalda a una sindicalizada que se impactó contra la parte trasera de la camioneta que tenía el sonido de los manifestantes.

Acto seguido, al ver sus compañeros la agresión, de inmediato la defendieron y comenzaron los empujones contra el secretario de Seguridad, dos de sus guaruras, así como un elemento que vestía camisa blanca.

Ese elemento policíaco con camisa blanca, del que se desconoce su identidad aún, quien defendía a Perea Marrufo, de inmediato llevó su mano a su arma para desenfundar, pero al verse rebasado por los manifestantes, se replegó junto con otros elementos policiacos y el secretario de Seguridad Ciudadana.

Durante el zafarrancho, se observó cómo se intercambiaban golpes unos a otros, patadas, así como jaloneos; al calmarse los ánimos, el funcionario del gobierno lorenista desapareció de inmediato.

Los inhibidores de señal

Previo al zafarrancho, en trasmisiones realizadas a través del facebook, se logró captar la llegada del secretario de Seguridad Ciudadana Alberto Perea Marrufo, acompañados de tres elementos policíacos, dos uniformados y uno de civil; así como el titular de la Comisión Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Maximino Hernández Pulido.

Fue en ese momento cuando las señales de los teléfonos móviles comenzaron a tener interferencia y, en algunos casos, se suspendía derivado de unos inhibidores o bloqueadores de señal móviles que llevaban aquellos funcionarios del gobierno del estado.

No obstante, pese a que pretendían cortar la señal para evitar que quedará evidencia por el inicio de la agresión, medios de comunicación documentaron el momento en el que comenzó la agresión, desde empujones, jaloneos y golpes directos a las caras.