Por Valentina ÁLVAREZ

El viernes 8 de agosto de 2025, la tranquila comunidad de San Luis Apizaquito, en el municipio de Apizaco, Tlaxcala, se vio sacudida por el hallazgo del cuerpo sin vida de una joven en la laguna “El Ojito”. La víctima, identificada días después por la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) como María Esther N., de 23 años y originaria de Tlapacoyan, Veracruz, había sido reportada como desaparecida desde diciembre de 2023. Gracias a un tatuaje en su pecho, sus familiares pudieron reconocerla, trasladando sus restos a su lugar de origen para darle un último adiós.

El cuerpo de María Esther fue encontrado alrededor de las 09:00 horas, flotando cerca de la orilla de la represa, según el reporte de los paramédicos que acudieron tras una llamada de emergencia. La joven, quien vestía una blusa rosa y un short de mezclilla azul marino, presentaba huellas de violencia, incluyendo golpes y posibles signos de asfixia mecánica.

La FGJE activó de inmediato el protocolo de feminicidio, y la Unidad Especializada en Investigación de Delitos de Alto Impacto (UIDAI) trabaja en la recolección de pruebas y testimonios para dar con los responsables.

Peritos del Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO) realizan la necropsia para esclarecer las causas exactas de su muerte.