4 de noviembre - 2024
Por Edgardo Cabrera
El senador José Antonio Álvarez Lima lo volvió a hacer, la semana pasada en medio de la tragedia por la explosión de Aceros Simec en Xaloztoc que cobró la vida de 12 trabajadores, llevó el tema a la Cámara Alta del Congreso de la Unión, en un arranque de protagonismo, desinformación y promoción política de su correligionaria, Ana Lilia Rivera, rumbo al 2027.
El ex gobernador priísta, hoy uno más de los miles de generales tricolores de Morena, pidió un minuto de silencio por las víctimas del accidente, díganos que hasta ahí todo iba bien, sin embargo, equivocó el número de víctimas, el nombre de la empresa y el lugar de los hechos, igualito como cuando engañó con aquello de que los diputados locales iban a abrir los candados de endeudamiento que él impuso siendo mandatario, y que a la postre resultó falso.
Álvarez Lima dijo ante sus pares en la máxima tribuna del país que fueron 15 los muertos, el dato oficial fue de 12; aseguró que la fábrica está en Apizaco, cuando en realidad es el municipio de Xaloztoc; y dijo que la firma se llama Aceros Tlaxcala, cuando en realidad es Simec, así o más torpe.
Pero ahí no acaba, fue su correligionaria, Ana Lilia Rivera quien subió el video con dichas torpezas a sus redes sociales, fue un claro acto de protagonismo, por qué lo digo, porque del minuto con 46 segundos que dura, 45 segundos lo ocupan las palabras de Álvarez Lima y el resto solo se ve a la senadora en distintas poses guardando silencio, un claro culto a la personalidad con fines propagandísticos a costa de una tragedia.
RÉCORD
A colación del tema, el gobierno de Tlaxcala y la Fiscalía General de Justicia cumplieron en tiempo récord la identificación genética de las 12 víctimas de la explosión en Simec, aun cuando el miércoles, día del lamentable evento, la gobernadora Cuéllarhabía informado que entre 5 y 10 días tomarían las pruebas de ADN, en escasas 24 horas lo hicieron.
Aseguraron que la velocidad se debió a un moderno software especializado y “proceso riguroso de extracción genética de hueso y tejido”, recordemos que los cuerpos quedaron calcinados.
Con ello queda evidencia de que cuando quieren, tanto la Fiscalía como el gobierno estatal, pueden dar resultados prontos, de la calidad y eficiencia hablaremos con los familiares.
Obligados están ahora a dar esa misma prontitud para identificar cuerpos y esclarecer delitos, no puede ser que en casos como el del feminicidio de la joven veracruzana Blanca Estela pasaran dos semanas para confirmar a su familia que se trataba de ella, luego de que se reportara el hallazgo de la osamenta por parte de pobladores; o la ejecución del empresario Ángel N. en Apetatitlán, donde siguen corriendo las semanas y no hay esclarecimiento del caso aun cuando la propia mandataria aseguró que tenían “todo” para castigar a los culpables.