Cortesía Fabián Robles/Faronoticias

Por enésima ocasión, en un claro acto de opacidad y sumisión a los caprichos de las alumnas, el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros no dio a conocer ninguno de los acuerdos logrados para atender las exigencias del pliego petitorio anual del Comité Estudiantil Ernesto Che Guevara de la Escuela Normal Rural “Benito Juárez” de Panotla.

En un comunicado, la administración morenista se limitó a “informar” que “a través del diálogo, en el que se privilegió el entendimiento y la paz (…) luego de 20 horas de pláticas se alcanzaron los convenios para atender las necesidades académicas, de infraestructura y operatividad que las alumnas solicitaron en el documento”.

La mesa de negociación se instaló alrededor de las 11:00 horas del 12 de septiembre en la sala “Lucio Cabañas” del complejo SEPE-USET, y terminó a las 7:00 horas del 13 de septiembre, “sin mayor complicación”.

Según el titular de la SEPE-USET, Homero Meneses, “la minuta lograda admite compromisos para ambas partes en beneficio de la educación de las alumnas que estudian (sic) en el sistema de internado”.

Sin embargo, el funcionario no desveló cuáles fueron las exigencias de las normalistas y tampoco los compromisos asumidos por ambas partes.

Los pliegos petitorios y los acuerdos logrados siempre se han mantenido en secreto, tanto por las autoridades del sector, como por las propias normalistas que se niegan a transparentarlos para que la sociedad no conozca todos los privilegios de los que gozan -a diferencia de otros estudiantes del nivel superior- y que incluyen la “obligación” del gobierno estatal de pagarles festejos por cualquier motivo, hasta box lunch para alimentar a alumnos que llegan a Tlaxcala procedentes de otros estados para apoyarlas en sus manifestaciones.

Por ejemplo, durante 2020 el gobierno del priista Marco Antonio Mena Rodríguez gastó 1 millón 243 mil 437.67 pesos para satisfacer los requerimientos de abarrotes y alimentos (verduras, hortalizas, panadería, tortillería, lácteos, carnes rojas, pollo, postres, salchichonería, fruta, legumbres y hasta box lunch) de las alumnas de dicha institución que, en ese año, según data México, sumaban 205. https://farotlax.com.mx/?p=3250

Apenas en julio de este año, este medio de comunicación dio a conocer una investigación periodística, basada en documentos públicos oficiales, que evidenció cómo las autoridades del sector trataron de ocultar parte de las canonjías de las que gozan alumnas de la Normal Rural de Panotla.

En ese texto, quedó comprobado que la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET), simuló en 2023 la compra de grandes cantidades de alimentos y diversos productos de cocina supuestamente para seis Centros de Atención Infantil (CAI), pero que en realidad fueron a parar a la institución formadora de docentes para alimentar a las alumnas.

Fue así que quedó al descubierto que un proveedor suministró productos alimenticios no autorizados e inadecuados para preparar los menús en seis Centros de Atención Infantil en los que se atiende a una población de entre 45 días de nacidos hasta 6 años de edad.

Algunos de los productos comprados en grandes cantidades -que en realidad se destinaron para alimentar a las normalistas- fueron pata de cerdo, pipitza, carne enchilada, pulpo, camarones, pescado sierra, alcaparras, cominos, manteca, panza de res, caña, manteca, carne picada de puerco al pastor, chicharrón de cazuela y chorizo, entre otros.

(Aquí se pueden consultar las notas respectivas https://farotlax.com.mx/?p=12915 y https://farotlax.com.mx/?p=12907)