Por Mauricio Hernández Olaiz

A mitad de su mandato la mandamás se encuentra hundida en el sótano. Esto según el estudio demoscópico de la empresa C&E Research, en su publicación de septiembre de su ya famoso ranking de gobernadores, que pone a la jefa de palacio en las últimas posiciones en cuanto a seguridad, salud, trabajo para superar la pobreza, creación de empleo, manejo de las finanzas estatales y capacidad.

Pero de esta encuesta dos cosas me llaman poderosamente la atención, la primera es que a pesar de que es la seguridad el gran pendiente de la actual administración, los encuestados fueron benévolos con la mandataria, pues no la calificaron tan mal como en otros sectores. Posición 14 nacional, con una aprobación del 69%, de locos, a mi parecer debería de estar, igualmente en el fondo de la tabla, en fin.

Y aunque un lugar 14 no es para presumir, créame la realidad es muy distante de esa posición otorgada por el estudio demoscópico.

La segunda. La mandamás se ha gastado una cantidad monumental de dinero para su promoción personal e imágen. La cuál se ha visto muy golpeada por su pobre desempeño, especialmente en materia de seguridad. Pese a esos gastos descomunales, aquí la lógica si impera y apenas ocupa la posición 28 de 32 en el área de popularidad, en otras palabras, los tlaxcaltecas no la encuentran especialmente grata ni popular, apenas un 39% de los encuestados la aprobó en este rubro.

Así pues, a la mitad del gobierno las cifras no son buenas y concuerdan con la realidad, una nada alentadora. Ya será cuestión de la jefa ver si quiere enmendar el camino o se mantiene en su posición de ser tan solo de gobierno de cirugías estéticas.

En verdad muy lamentable el espectáculo de martes y miércoles en el senado con motivo de la aprobación de la reforma al poder judicial.

Yo sigo sosteniendo que salieron tarde a protestar, eso era antes del 2 de junio.

El régimen se quitó la máscara y mostró su verdadera cara, una muy sucia, pero también no puedo dejar de decir que los panistas son tan responsables como los morenistas. Es cierto que los 4T se valieron de todo para comprar a los Yunes, pero también es cierto que los panistas se los pusieron en charola de plata, al darle la senaduría a una familia con tanta cola, con denuncias de todo tipo, hasta ordenes de aprehensión.

Marko Cortés podrá gritar y llorar todo lo que quiera y manifestar que se siente traicionado y desilusionado, pero es tan culpable como ellos, al servir de tapadera primero y luego darles una posición a la cámara alta que hoy nos cuesta la soberanía del poder judicial.

Al régimen le vale sorbete haber hablado pestes de un político tan corrupto, no mentían, finalmente solo lo usaron para cumplirle el capricho al presidente. Hoy Yunes es un traidor a la patria para unos y para otros un ungido gracias al perdón del adorado mesías.

Pero..¿Dónde quedamos todos nosotros? ¿Acaso algunos de sus senadores o diputados federales les preguntaron si estaban a favor de la reforma judicial? Yo creo que no, eso demuestra que no son representantes populares, son representantes del poder y de su máximo líder.

Si el pasado 2 de junio millones votaron sin tener la menor idea de por quién lo hacían, ahora imaginen para hacerlo por jueces, magistrados y ministros…Eso lo sabe el macuspano, por ello…¡Toma tu voto! ¡Hunde a la nación!

@olaizmau

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de Gentetlx