27 de agosto - 2024
Su «blindaje fronterizo» descuida municipios como la capital
Por Stephany Rodríguez
Este martes 27 de agosto, apenas una hora y media después de que altos funcionarios de seguridad estatal concluyeran una conferencia de prensa sobre seguridad para combatir la delincuencia, un violento asalto sacudió la capital tlaxcalteca. A las 15:43 horas, un hombre fue interceptado por individuos armados en la esquina de las calles Lardizábal y Juárez, en pleno centro de Tlaxcala, a tan solo una cuadra de la sede de la policía estatal.
El incidente se registró cuando la víctima, que acababa de retirar más de 200 mil pesos de un banco cercano, fue seguido por sus agresores hasta un local de tortas. Ahí, fue golpeado y despojado de su dinero tras una detonación de arma de fuego que alarmó a los transeúntes. A pesar de la rápida reacción de los cuerpos de emergencia, el suceso resalta la creciente inseguridad en una ciudad donde los atracos y actos de violencia se han vuelto cada vez más comunes.
El hecho pone en entredicho la efectividad de las estrategias de seguridad implementadas por las autoridades, quienes apenas unas horas antes, en la misma capital, habían insistido en que el incremento de la criminalidad en Tlaxcala se debía en gran parte a la actividad de bandas delictivas provenientes de estados vecinos, como Puebla.
La estrategia de «blindaje fronterizo», que se ha presentado como la solución para reducir los índices de violencia, ha demostrado ser ineficaz. Los hechos ocurridos este martes no son aislados, sino parte de una tendencia alarmante que parece no tener freno, a pesar de los reiterados esfuerzos y promesas de las autoridades. En un estado donde los recursos para la seguridad siguen siendo limitados, la ciudadanía se encuentra cada vez más desprotegida y expuesta a la violencia que, lejos de disminuir, continúa en ascenso.
La falta de resultados tangibles en las políticas de seguridad implementadas hasta ahora exige un replanteamiento urgente y una acción decidida por parte de los responsables. Mientras tanto, la vida cotidiana de los tlaxcaltecas sigue siendo alterada por la inseguridad, como quedó dolorosamente demostrado este martes en el centro de la capital.