La SEPE ha incumplido con su deber

Por Selene Sosa

En el último año, la Secretaría de Salud (SESA) Tlaxcala sacrificó a un total de seis mil 710 perros, según la respuesta a la solicitud de información presentada por el Observatorio Ciudadano de Bienestar Animal (OCPA), esto luego de que se dio la captura de varios animales, lo que causó la indignación de algunas personas que manifestaron su inconformidad a la organización contra la dependencia.

En la primera semana de junio, se reportó la captura de varios perros en situación de calle, lo cual fue justificado por la dependencia a cargo de Rigoberto Zamudio Meneses, por medio de un comunicado en el que se dio a conocer que un hombre de 42 años de edad había sido agredido por una jauría en el Municipio Capitalino.

Ello derivó en una manifestación en el Centro de Atención Canina y Felina, en donde la directora, Silvia Altamirano, tuvo que “dar la cara” a un grupo de personas inconformes por el actuar del centro adscrito a la SESA y quien incluso adelantó que emitirían una alerta sanitaria.

Dicha alerta comprende la captura masiva de animales, tanto perros como gatos callejeros o comunitarios, sin embargo, a la fecha, ni la responsable del Centro de Bienestar Animal (CBA), Stefany Pérez Bustamante, ni la SESA han fijado un posicionamiento al respecto.

No obstante, el OCPA solicitó conocer la información relacionada al total de animales que fueron sacrificados en este Centro en el periodo de un año, el costo de la matanza de estos animales, el presupuesto para tal finalidad, el destino de los cadáveres y lo referente a esterilizaciones.

A lo que la SESA respondió que sacrificaron a seis mil 710 perros, sin detallar los recursos destinados a ello; que se cuenta con tan sólo 12 los veterinarios asignados a las esterilizaciones; y que esterilizaron a 31 mil 187 animales, entre perros y gatos, aunque no especificaron el costo.

“Con la información obtenida, el Observatorio considera que no sería viable la captura masiva de perros en situación de calle, estima que no contaría con un gran número de médicos veterinarios, ni con el presupuesto; además de la contaminación por enterrar a los cadáveres en el relleno sanitario en el que lo haga el Centro”.